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 Cuando una persona decide dar la vuelta al mundo en bicicleta hay dos posibilidades o que sea un majadero, o por el contrario es una persona con la cabeza muy bien amueblada y con las ideas de lo quiere hacer en su vida muy claras. Sin ninguna duda Javier Martínez es de los segundos

Sigo las andanzas de este “bicicletero” madrileño desde hace tiempo. En 2004 comenzó su periplo y desde hace cuatro años lo hace a lomos de una bicicleta. Javier es una persona entusiasta, tiene una mirada picara pero confiada, habla despacio, se ve que está acostumbrado a vivir las cosas lentamente, sin duda los miles de kilómetros que lleva recorridos con su bicicleta le ayudan a ver las cosas de otra manera. Según sus propias palabras: “En esta aventura no busco más que descubrir junto a mi bicicleta las maravillas y desgracias de nuestra tierra. Disfrutar de la naturaleza y acabar los días con la satisfacción de estar agotado y sin energía. Dormir bajo las estrellas cuando se pueda, ser hospedado por desconocidos que acaban siendo amigos, y aprender de las infinitas lecciones del camino”. Todo un decálogo de un buen viajero y sobre todo, y más importante, de una buena persona. Ante la pregunta: ¿De qué vives mientras viajas? Su repuesta es contundente y nada presuntuosa: “Es que gasto muy poco”.
Javier es un tipo especial, para él viajar, estar en el camino, es su vida y lo hace sin prisa pero sin pausa.

Bueno ahora ha tenido que interrumpir su viaje momentáneamente  por una buena causa, acompañar a su hermana que está viviendo un duro trance. Estoy seguro que con la fuerza y amor de Javier todo irá bien, te lo deseo de todo corazón amigo.

Por cierto, quien quiera seguir a Javier le recomiendo que lea su blog. Os enganchará, seguro.

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