Ya está aquí, otro año más la gente sale a la calle a celebrarlo, ¡llegó el carnaval! Disfraces, desfiles, mascaras, fiestas en la calle… la celebración que precede a la cuaresma cristiana se festeja alrededor del mundo de diferentes y divertidas formas. En todas ellas la diversión y el buen ambiente están asegurados, pero ¿qué diferencias hay entre unos sitios y otros? ¿En qué ciudad se lo montan mejor? Hoy en el Blog de Azul Marino Viajes damos una vuelta alrededor del globo para comprobarlo.
Mardi Gras, Nueva Orleans
Nueva Orleans
Si no conoces Nueva Orleans has de saber que se trata de una ciudad con una tradición musical importante. No hay lugar en el mundo en el que se viva la música cómo allí. Sus calles y su gente bombean jazz, rhythm y blues. Si a ello le sumamos el carnaval, la mezcla da como resultado el Mardi Gras.
El “martes de la grasa” hace referencia al último día para disfrutar de los placeres culinarios y carnales antes del inicio de la Semana Santa y la Cuaresma. La de Nueva Orleans es una de las más grandes y famosas del mundo. Existen cofradías o peñas llamadas Krewes que se dedican, durante el año, a organizarlo todo: desfiles, bailes, música, carrozas, uniformes, etc… Todo un espectáculo.
Carnaval de Río, Brasil
Río de Janeiro
El carnaval de Río de Janeiro es todo un clásico. Por estas fechas las imágenes de sus coloridas y alegres calles inundan las parrillas de los distintos telediarios. ¿Quién no conoce esta festividad? Los 70.000 asistentes anuales que tiene de media responden de sobra esta pregunta.
Su origen tiene lugar cuando navegantes españoles y portugueses llegaron a Brasil. La mezcla con la cultura afro-brasileña, ha dado lugar a un sinfín de carrozas, disfraces y bailes. En este caso son las bandas de música y las escuelas de baile los que toman el control de las calles. Estos últimos ensayan durante todo el año solamente para el desfile del carnaval.
Carnaval de Venecia, Italia
Las máscaras del Carnaval de Venecia
Aunque el resultado final sea también pasarlo bien, poco tiene que ver el estilo del festival de Venecia con el de Río o Nueva Orleans. Este surge a principios del siglo XI, cuando la nobleza quería salir a la calle y mezclarse con el pueblo. Para ello organizaron esta festividad, donde la gente debía ponerse mascaras. Desde entonces este elemento ha sido el distintivo del festival.
Durante los diez días que dura la celebración, la gente se pone, junto con las máscaras, trajes de época del siglo XVII veneciano. De esta forma, se dan paseos, se sacan fotos, y se forman diferentes desfiles, tanto organizados como improvisados. Por la noche, por supuesto, la juerga continua con un sinfín de eventos y fiestas privadas. Fiestas para las que algunos llegan a pagar incluso 500€ por entrada.
Carnaval de Binche, Bélgica
Los «Gilles de Binche»
Por último, y no menos importante, os traemos un carnaval muy especial. Se trata de la celebración de un pueblo belga llamada Binche. Posee una larga historia, con origen a mediados del siglo XVI. Los “Gilles de Binche”, su particular disfraz, son uno de sus atractivos. Personifican a los indígenas andinos que, al tener la cara sucia por ser carboneros, se la cubrían con máscaras blancas.
Aunque también se celebra los siete domingos anteriores al día de carnaval, la gran fiesta se centra en los típicos cuatro días. Ceremonias, teatro, baile y un gran acontecimiento en el centro de la ciudad precedido de más fiesta. A los gilles les acompañan también arlequines, pierrots, campesinos y marineros. Un acontecimiento que ha sido declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco.
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