Cuando yo nací, Leonard Cohen, el cantautor canadiense tenía ya 24 años. Confieso que sus canciones nunca me fueron cercanas, me parecía aburrido y no conseguí conectar con sus letras, por supuesto tampoco había comprado ningún disco suyo… al menos hasta este momento.
Hace poco pasamos un precioso fin de semana en el centro ecológico Cuesta de Patas, en otra ocasión os contaré de este lugar. El artífice y creador de este alojamiento es Juan Vila, gran apasionado y conocedor de muchas músicas. Juan es un buen y ameno conversador y nos animó a darle una oportunidad a Leonard Cohen. Sus sinceras y desinteresadas palabras no dejaban lugar a dudas, estoy seguro que lo disfrutareis, nos dijo. Él tenía, y nos recomendó ver, el documental, ‘I´m your man’, un homenaje que en 2006 le dedicaron varios artistas, así que una noche vimos este precioso testimonio y lo disfrutamos mucho. También ayudó un excelente ron añejo que bebí durante la proyección.
A Leonard Cohen le encantaba Yeats, Whitman y Henry Miller, vivió unos años bohemios intensos en la isla griega de Hidra, y años más tarde se hizo monje budista siguiendo las enseñanzas del gran maestro zen japonés Sasaki Roshi.
Recientemente ha emprendido una larga gira y sacado su último disco ‘You want it darker’ para hacer dinero, ya que su ex mujer y representante le estafo varios millones de dólares, aunque el cantante ganó el juicio, es improbable que pueda recuperar su dinero.
Pero confieso que lo que más me ha emocionado últimamente de este hombre, ha sido la carta que le dirigió a la que fue su musa durante su juventud, y que murió con 81 años el pasado 28 de julio, tras una corta pero agresiva leucemia.
“Marianne has llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos, pienso que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano creo que podrás tocar la mía. Ya sabes que siempre te he amado por tu belleza y tu sabiduría pero no necesito extenderme sobre eso ya que tú lo sabes todo. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Todo el amor, te veré por el camino.”
Ojalá todos recibiéramos tan lindas palabras repletas de amor y compasión antes de partir de este mundo. Siento que ahora sí ha llegado mi momento para disfrutar del gran Leonard Cohen y ya se sabe nunca es tarde si…
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