7 lugares que, por desgracia, han desaparecido
Casi cada día, surgen nuevos atractivos que llevan a turistas y aventureros a diferentes partes del mundo; pero, aunque no sea a la misma velocidad, algunos otros también desaparecen. Las causas son diversas, puede deberse al paso del tiempo, al desgaste, a la fuerza de la naturaleza y, en el peor de los casos, a las malas prácticas humanas. Estos lugares fueron grandiosos y muy visitados y admirados, pero, por desgracia, han desaparecido para siempre.
La Ventana Azul, Malta
Hace ya un par de inviernos que despertamos con la noticia de que la conocida Ventana Azul de Malta había desaparecido a causa de una fuerte tormenta que se desplegó en la isla del Mediterráneo. Lo que fue uno de los grandes iconos del país, dejó a la isla de Gozo sumida en la tristeza y al primer ministro del país, Joseph Muscat, con “el corazón roto”. Esta estructura de piedra sirvió como escenario para varias películas y para el primer capítulo de la popular serie ‘Juego de Tronos’.
La Ventana Azul antes de caer
Plaza Durbar de Bhaktapur, Nepal
De nuevo la naturaleza hizo de las suyas en esta concurrida plaza de Nepal, pero, sin duda, con consecuencias mucho más desoladoras. Un devastador terremoto de 7,8 de magnitud azotó Katmandú en 2015 y dejó a su paso más de 2000 víctimas mortales. Nepal no se ha recuperado todavía de este terrible acontecimiento en el que también perdieron templos y estatuas de entre los siglos XII y XVIII que habían sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Todavía hoy se ven los restos del terremoto.
La Plaza Durbar de Bhaktapur antes del terremoto de 2015
Palmira, Siria
Sin duda, lo más grave que está sucediendo en la guerra en Siria no es la desaparición de monumentos o construcciones como el Patrimonio Histórico de la Ciudad de Palmira; pero en este ejemplo encontramos la peor causa posible de aniquilación de patrimonio cultural. Lo que era una parada obligatoria en la Ruta de la Seda, para disfrutar de los templos de Baal Shamin y de Bel, así como del Arco del Triunfo, se convirtió en 2015 en un conjunto de ruinas de peligroso acceso.
El Teatro de Palmira antes de la guerra
El Dedo de Dios, Gran Canaria
Se trata de una de las desapariciones más cercanas de las que aparecen en esta lista. En el pueblo de Agaete, municipio de la isla de Gran Canaria, se encontraba el Roque Partido, una formación rocosa conocida popularmente como el Dedo de Dios. En 2005, la tormenta del Delta lo partió y, al mismo tiempo, le arrebató su sobrenombre divino.
Riaño, León
Lo que en principio fue un pueblo de la provincia de León, en la actualidad acoge uno de los embalses que se construyeron en España durante la década de los 70. El pueblo leonés de Riaño desapareció bajo el agua junto a su historia, recuerdos y pasado; para dejar paso a uno de los embalses más grandes del país.
Foto de archivo del valle de Riaño antes del embalse
Saltos del Guairá, Brasil y Paraguay
La segunda desaparición de esta lista a manos del ‘mundo moderno’. De nuevo, la construcción de una presa hizo desaparecer lo que era uno de los Parques Naturales más increíbles del América, en el que tomaba forma la catarata más grande del mundo. Con hasta 18 caídas, el doble de caudal que las Cataratas del Niágara y 12 veces mayores que las Victoria. Sin duda, este paraíso entre Brasil y Paraguay fue la gran víctima del proyecto de la represa hidroeléctrica Itaipú, en 1966, que dejó inundada toda la zona.
Así caía el agua en uno de los Saltos del Guairá
Mar de Aral, entre Uzbekistán y Kazajistán
Todavía no ha desaparecido del todo. Este lago interior mantiene el 10% del caudal del que presumía antes de la década de los 60. Se trataba del cuarto mayor lago del mundo y se situaba entre Uzbekistán y Kazajistán. Los masivos desvíos de agua durante los años de la URSS para regar campos de algodón y arroz fueron menguando poco a poco sus aguas hasta dejarlo en las condiciones actuales. Por suerte, todavía queda esperanza, ya que existen planes para su recuperación.
El antes y del después del Mar de Aral
Después de leer esta lista de catástrofes naturales y malas prácticas humanas, resulta inevitable pensar que ojalá se hubieran podido evitar estos desastres y mantener lugares tan especiales como los anteriores. Por suerte, alrededor de todo el mundo siguen quedando monumentos increíbles y lugares fascinantes que nos empujan a viajar y seguir viviendo aventuras.
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