Cajitas de cerillas en India

La palabra “friqui”, del inglés freak, suele referirse a toda aquella persona cuyas aficiones son inusuales, por eso hoy haciendo caso a este significado os hablaré de una de mis muchas “frikadas”.
El mundo de las pequeñas cajas de cerillas en India es infinito. En muchos países con la llegada de los mecheros, estos objetos casi desaparecieron, pero no ha sucedido así en India, donde incluso en algunos lugares, no se fabrican solo de cartón sino también de finas láminas de madera.
Con los dibujos que aparecen en estos pequeños rectángulos, casi se puede confeccionar una extensa y variada enciclopedia donde todos los temas tienen cabida. Hay medios de transportes, animales salvajes, dioses, banderas, monumentos, pájaros, frutas, palacios, artesanía, etc. Esta inmensa variedad ha provocado que haya coleccionistas apasionados, y aunque yo no llego a tanto, sí he comprado algunos libros referentes al tema.
Pero para mí, que desde hace muchos años realizo cuadernos de viaje, las cajas de cerillas se han convertido en un valioso adorno. Las hojas de mis cuadernos de viaje están plagadas de dibujos, de pequeños recortes de revistas o periódicos, de etiquetas y un sinfín de objetos con los que realizo curiosos collages.
Desde luego viajando con los ojos abiertos, India es un filón en esto de las cajas de cerillas, pero quizás entre mis muchos deambulares por ese país, recuerdo de una manera muy especial mi viaje por el estado de Gujarat, entonces creí haber descubierto el paraíso. Cada día encontraba tiradas por el suelo diferentes cajas vacías, todas eran distintas y de esta forma las páginas en blanco de mi cuaderno se iban llenando y este iba engordando poco a poco. Mi amigo, el escritor Xavier Moret, me acompañó en este viaje, al principio me miraba incrédulo cuando me veía recogiendo estas basurillas, pero pronto se mostró como un excelente “cazador” convirtiéndose en un excelente cómplice y suministrador de muchas de mis cajas de cerillas.