Unai y su hermana Amaia
El cine es una herramienta que configura, muy a menudo, nuestra visión sobre ciertos temas. Puede ser un instrumento muy potente a la hora de formar discursos políticos, publicitarios e incluso reformular, a su antojo, hechos históricos. Sin embargo, hoy en día es difícil encontrar una película que trascienda más allá de lo que nos tiene habituado el circuito del cine comercial español, y nos transmita un mensaje sincero, justo y realmente necesario.
Unai es un niño de apenas 10 años que se dispone a viajar por todo el mundo. En su aventura de casi dos años recorrerá seis continentes e irá acompañado del mejor equipo imaginable: su familia. Su padre, el fotógrafo de naturaleza Andoni Canela, tiene la tarea de retratar a siete especies animales que corren un grave peligro de extinción. Junto a ellos, su madre Meritxell Margarit y su hermana pequeña, Amaia, sin duda la segunda gran protagonista de esta película.
Andoni Canela fotografiando dos bisontes
El recorrido empezará en Namibia, en busca de los elefantes del desierto. Desde el primer encuentro con los grandes mamíferos, el mensaje queda claro. «La gente mata a los elefantes para quedarse con sus colmillos. Me da mucha pena que esto ocurra», replica Unai. Así de simple y así de cierto. Lo mismo ocurrirá con el bisonte en Estados Unidos, el Cálao Bicorne en Tailandia, el pingüino papúa en la Antártida, el cocodrilo de agua salada en Australia, el lobo ibérico en la Cordillera Cantábrica y el puma en Torres del Paine.
Nada más y nada menos que 100.000 kilómetros de recorrido que representan la tensa convivencia del ser humano y la naturaleza. El objetivo de fotografiar estos siete emblemáticos animales no es otro que mostrar la delicada situación en la que se encuentran. El documental consigue trasladar al espectador la gravedad del asunto mostrando imágenes tan bellas como contundentes.
Andoni Canela ha trabajado toda su vida fotografiando animales. Sin contar varios de sus libros, National Geographic, Geo, BBC Wildlife, Newsweek o Sunday Times, son algunos de los sitios en los que ha publicado. El viaje de Unai es todo un regalo para aquellas personas que, como quién escribe estas líneas, no somos habituales lectores de estas publicaciones. Sin duda este documental disfrazado del viaje iniciático de un niño de 10 años es una película necesaria, y ojalá conciencie a más de uno. Merece la pena.
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