Estados Unidos a través del cine

¿Prefieres viajar a Nueva York  o a Ulán Bator? ¿Qué influye a la hora de decantarnos por un destino u otro? Seguramente, como viajeros, tendremos mayor predisposición para según qué lugares. El cine y las películas que vemos tal vez no sean un determinante clave, pero está claro que sí que afectan en la imagen que tenemos de ciertos sitios.

Reconozcámoslo, muchas veces nos han entrado ganas de viajar mientras veíamos alguna película. Estados Unidos es sin duda uno de los países en los que más cine se ha rodado y por ello es un destino tan icónico. Muchos viajeros tenemos una idea preconcebida de este lugar debido, mayormente, al cine. En nuestro imaginario colectivo existe un Estados Unidos creado a partir de trozos de diferentes películas que hemos visto a lo largo de nuestra vida. Existen localizaciones concretas de Estados Unidos que hemos visto un sinfín de veces en el cine, estas son algunas de ellas.

Nueva York y California, las grandes metrópolis

Times Square

¿Existe un lugar en el mundo más icónico que Times Square? Su representación en el cine es muy variada y hemos visto hasta un Times Square futurista. La Estatua de la Libertad en todas esas películas de catástrofes, el Empire State Building de King Kong, el Hotel Plaza de Solo en casa o el puente de Brooklyn en Érase una vez en América son claros ejemplos de las diferentes localizaciones que ofrece esta ciudad. Todos estos lugares son muy identificables, sin embargo existe un barrio en Nueva York que habremos visto en cientos de películas y que no es tan fácil de reconocer. Se trata de Little Italy, el pequeño barrio de Mahattan. Allí se grabo, entre otras, la famosa escena de la frutería de El padrino.

Junto a Nueva York, en el estado de California también podemos encontrar un buen puñado de sitios que han sido representados en infinidad de películas. Junto con sus empinadas calles, el puente Golden Gate de San Franciso es todo un clásico, pero si hay una ciudad que se lleva la palma esa es Los Ángeles. Aquí seguramente lo difícil sea encontrar un lugar en donde no se haya rodado una película. Sitios como el cartel de Hollywood o el Observatorio Griffith son ya clásicos, pero también hay lugares más comunes que también hemos visto cientos de veces y quizá hayamos pasado por alto. El claro ejemplo es el viaducto de la calle sexta.

Los Ángeles, viaducto de la sexta calle

Montañas rocosas y desiertos

Si existe una representación natural del western, está, sin duda alguna, en Monument Valley. En plena frontera entre Utah y Arizona se extiende este enorme valle que forma parte de la meseta del Colorado. Fue el mítico director John Ford quién lo empezó a utilizar para cintas como Centauros del desierto o Fort Apache. Y no solo como escenario de western, sus carreteras han servido para road movies más actuales como Easy Rider o Thelma & Louise.

Monument Valley

Si por algo destaca el Sur de Estados Unidos es por sus zonas áridas, y junto con las montañas rocosas podemos encontrar kilómetros y kilómetros de desierto, intercalado muy de vez en cuando por uno de esos pequeños pueblos típicamente americanos. Uno de los preferidos de las superproducciones americanas es el de Marfa en Texas. Allí se han grabado, entre otras, No es país para viejos o Pozos de ambición.

Marfa, Texas

Alaska, la naturaleza más salvaje

Si Nueva York y California representan lo cosmopolita y las zonas sureñas tienen más que ver con lo rústico, ¿qué tipo de películas se graban en un estado como Alaska? Está claro, no es una localización tan utilizada. Sin embargo, su escasa densidad de población y su geografía física lo convierten en extenso hábitat natural. Se trata de un lugar salvaje que todavía el hombre no ha podido conquistar, y por eso las películas que se graban allí son tan especiales. En concreto la que más nos llama la atención es Hacia rutas salvajes. Muchas de sus escenas se grabaron en el condado de Anchorage, un vasto y nevado lugar en donde es posible conducir cientos de kilómetros sin ver ni rastro de civilización. La película cuenta el viaje personal de su protagonista en busca de los verdaderos valores de la vida, por lo que su localización no podría ser mejor.

Alaska