Ha muerto Sudán

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Con Sudán, el último ejemplar de rinoceronte blanco

Hace aproximadamente un año visité en el centro de Kenia, Ol Pedjeta Conservancy, teniendo la oportunidad de conocer e incluso fotografiarme junto a Sudán, el último ejemplar vivo del rinoceronte blanco del norte. Tenía ya 45 años, estaba ciego y sus cuidadores le trataban con mimo y cariño a sabiendas que cuando él muriera, y debido a que Sudán no tenía descendencia, su especie desaparecería. Por desgracia, eso ha sucedido hace un par de días. De nuevo, el ser humano es el causante de la desaparición de una especie. No ha sido ningún cataclismo, ni siquiera el cambio climático la que lo ha provocado, sino la avaricia y el desconocimiento humano, lo que ha llevado a la extinción al rinoceronte blanco del norte.

Durante años el rinoceronte ha sido cazado sin control en Uganda, República Centroafricana, Sudán y Chad. Los chinos pagaban a precio de oro sus cuernos creyendo que estos tenían poderes para aumentar su potencia sexual. Los yemenitas adinerados también pagaban fortunas para usarlos como empuñaduras en sus jambias (dagas) tradicionales. Poco a poco, la población de rinocerontes comenzó a descender, pero a nadie pareció importarle. Cuando saltaron las alarmas ya era demasiado tarde. Ojalá seamos capaces de actuar y no tengamos que lamentar en un futuro no muy lejano cuando los osos polares, tigres o ballenas, entre otros, sean tan solo un triste recuerdo de la maravillosa fauna salvaje que habitaba nuestro planeta.

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