Algunas páginas de mi ultimo cuaderno de viajes a Nepal.
Hace poco más de un año nos sorprendió la noticia de un tremendo suceso. Se había producido en Nepal un terremoto de gran intensidad y según pasaban las horas el número de fallecidos y de zonas afectadas iba aumentando. Tengo buenos amigos en Nepal y escuchaba las noticias con tristeza e inquietud. Enseguida se movilizaron muchas personas sobre todo las relacionadas con el mundo de la montaña y algunas ayudas comenzaron a llegar al país, pero no era suficiente. Trascurrido el tiempo vemos que el gigante burocrático y otras circunstancias han ralentizado la llegada de ayudas. Por eso creo que es el momento de volver a viajar a Nepal, de volver a disfrutar como tantas veces hemos hecho de un precioso país y de hacerles sentir a los nepalíes que no están solos y que al menos, el mundo del turismo no les ha olvidado ni borrado del mapa.
Llegue por primera vez a Nepal desde Tíbet a finales de los años 80, luego he regresado en varias ocasiones, la última, fue al comienzo y al final de un maravilloso viaje por el reino feliz de Bhután. La última noche antes de regresar a casa estaba en mi habitación del hotel Diwarika en Katmandú, en otro momento os contare particularidades de este increíble alojamiento, uno de los hoteles más encantadores en los que he estado, y desplegué un mapa de Nepal, soy de los que todavía compra mapas en papel, pensé que todavía tenía muchas asignaturas pendientes en el país, una de ellas hacer un trekking en Dolpo, otra circunvalar el Kailash, la sagrada montaña budista y aunque no está en territorio nepalí, el viaje se comienza por allí y por ultimo realizar un largo y excitante rafting de 7 días de duración por el rio Karnali. Por unas cosas u otras todos estos viajes siguen a la espera, pero siento que ha llegado el momento de regresar a Nepal.
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