Laos

En agosto de 1.993 viaje a Laos, tuve que tramitar mi visado en la embajada laosiana en Paris, eso no me causo ningún problema, luego al llegar al país me entere que con eso no era suficiente, ya que el visado permitía entrar en el país pero no moverse libremente por él, para eso existía el “laissez passe”, es decir un documento en el que la policía de cada ciudad autorizaba a salir de la misma y permitía el desplazamiento hasta la siguiente, y allí vuelta a empezar. Estoy seguro que es el lugar del mundo donde más comisarías de policía he visitado. Nunca más en ningún otro país he vivido una situación tan extraña.

Laos me encanto. Disfrute mucho navegando por el rio Mekong y también sobrevolando la densa selva indochina hasta Luang Prabang, una exquisita, pequeña y tranquila ciudad.
Como por aquella época había comenzado a hacer mis primeros pinitos literarios en revistas de viaje, volví entusiasmado. Sabía que por aquellos años muy pocos españoles habían viajado a Laos y que las revistas me quitarían el reportaje de las manos, no fue así. A nadie parecía interesarle un destino tan lejano y exótico, me daba mucha pena no poder compartir mis vivencias de ese remoto lugar.

Pero apenas dos años más tarde, en febrero de 1.995, Luis Roldán el ex director general de la Guardia Civil fue detenido en el aeropuerto de Bangkok proveniente de Laos tras 10 meses de rocambolesca fuga. Aquellas revistas que habían rechazado mi artículo me llamaban ahora con prisas, querían publicarlo YA. Laos estaba en boca de todos. Nunca pensé que tendría que estar agradecido a un prófugo de la justicia, pero en aquel momento me vino muy bien que Roldan estuviera relacionado con Laos y no con ningún otro país.

Por cierto cuando detuvieron a Roldan apareció con una gruesa gabardina y os puedo asegurar que debido al calor y la humedad que hay en Laos no es esa la prenda más idónea para viajar por el sudeste asiático, quizás nunca estuvo allí, pero a mí me vino muy bien su mentira.  

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