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A principios de los años 90 recorrí por primera vez junto a mi buen amigo Chema Rodríguez las grandes extensiones del Masai Mara en Kenia. Nos sobraba tiempo y nos faltaba dinero, era por tanto la combinación perfecta para deambular sin prisa por aquellas tierras. Dormíamos en nuestras sencillas tiendas de campaña y lujos, salvo el propio escenario natural que teníamos frente a nosotros, no tuvimos ninguno.

Ahora he regresado a este increíble lugar y de nuevo he disfrutado ante la gran cantidad de fauna salvaje que en total libertad pasaba ante nuestra mirada. Sé que no es así, pero nada parece haber cambiado en este lugar desde el principio de los tiempos

Las mejores horas para observar animales son las primeras y las ultimas del día. Subidos en potentes vehículos 4 x 4 descubiertos para tener mejor visibilidad, hemos recorrido durante horas las inmensas extensiones de este santuario de naturaleza. Los conductores-rangers del parque son excelentes ojeadores y divisan animales allá donde uno apenas ve algún arbusto.

Hubo tantos momentos preciosos que todavía me emociono al recordarlos. Miles de ñus caminando lentamente como anticipo de la gran migración, cebras, antílopes y jirafas corriendo con elegancia ante nuestros ojos, búfalos de mirada paciente, hipopótamos revolcándose en cenagosas charcas, decenas de elefantes, cocodrilos descansando en las orillas de un rio y de un tamaño que no había visto nunca antes, leones dormitando mientras sus crías jugaban divertidas, guepardos, el serbal, felino muy difícil de observar y que tuve la oportunidad de ver en tres ocasiones diferentes,  y así un sinfín de preciosas imágenes y momentos inolvidables.

Pero también de este viaje me traje una asignatura pendiente y de esto se encargo el leopardo. Intentamos verlo en varias ocasiones, los rangers sabían por donde se encontraban, vimos los restos todavía calientes de un tremendo antílope colgado de las ramas de un árbol, pero del majestuoso leopardo nada de nada, desde luego estaba por allí cerca, seguro que observándonos, pero nosotros no le vimos.

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