Qué no puedes perderte si viajas a Praga

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Praga

Praga, capital de la República Checa, es única y majestuosa y sin ninguna duda una de las capitales europeas con más encanto. Es por ello que visitar Praga es como encontrarse sumergido en un cuento de hadas con pintorescas calles y tiendas mágicas con una decoración especial. Una ciudad a la que tienes que visitar al menos una vez en la vida, es pequeña pero intensa en la que en tan solo 4 días puedes recorrerte la capital Checa sin perderte nada.

¿Estás pensando en un viaje a Praga? Pues sigue leyendo y conoce de antemano todo lo que te espera…

 

Plaza de la Ciudad Vieja

Sin lugar a dudas es punto de encuentro entre los visitantes que se encuentran en la capital.  Una plaza en la que se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Týn y la Iglesia de San Nicolás. Si eres un afortunado/a que visita la capital en temporada de navidad, la encontrarás cargada de puestos navideños y una grandioso árbol que da a esta ciudad una encanto aún mayor al que tiene.

Además, podrás ver el famoso Reloj Astronómico, situado en el antiguo ayuntamiento de la parte vieja de la ciudad. Este singular reloj, cuenta con una historia/leyenda sorprendente que te dejará boquiabierto. El diseñador del reloj, Jan Ruze, lo puso en marcha en el 1410 y lleva en funcionamiento más de 605 años.

En él podrás ver cuatro figuras que simbolizan las cuatro alegorías. De izquierda a derecha son: la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria. Cada hora entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche las figuras se ponen en movimiento, además, en las ventanas de la parte superior verás pasar a los 12 apóstoles.

Hay diferentes leyendas sobre este curioso reloj, pero la que más se repite es que el rey ordenó que le dejarán invidente al creador para que nunca pudiese hacer otro igual.

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Puente de San Carlos

Continuando desde la calle de que une el reloj con el río, Moldava, nos encontramos con otro los emblemáticos lugares de Praga, el famoso Puente de Carlos que une Staré Město (la ciudad vieja) con Malá Strana (la ciudad pequeña), los dos barrios más importantes de la ciudad. En el podrás admirar las 30 esculturas a lo largo del puente, todas relacionadas con la religión. Además, encontrarás innumerables artistas callejeros que harán de tu paseo por el puente el más enriquecedor.

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Castillo de Praga

El Castillo de Praga, no es un castillo al uso sino que un impresionante conjunto de palacios y numerosos edificios administrativos y religiosos distribuidos a lo largo de varias calles, como el antiguo Palacio Real, el Callejón del Oro, el Convento y la Basílica de San Jorge, la Torre de la Pólvora, la Torre Blanca, la Torre Negra y mucho más.
Es por ello, que es considerado uno de los atrayentes de la ciudad y siendo así el castillo más grande del mundo.

Si quieres vivir una experiencia inolvidable, puedes asistir al cambio de guardia a las 12 en punto.

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Muro de John Lennon

Al otro lado del río en la parte de ciudad pequeña, en la Isla Kamp, se encuentra uno de los lugares más curiosos de la ciudad, el muro de John Lennon, un lugar de peregrinación para todo amante de los Beatles y para cualquiera que quiera conocer uno de los rincones más pintorescos de Praga.

La historia de este famoso muro, comienza siendo un lienzo una vez fallecido el famoso John Lennon, en el que servía para reivindicar los derechos humanos y reivindicar los derechos frente al estado, dado que John Lennon era defensor de los derechos civiles para protestar contra el gobierno. A partir de ahí, se hizo símbolo de la libertad de expresión entre todos lo que querían dejar su pequeño recuerdo en el muro.

Posiblemente, si has viajado ya a Praga no volverás a ver el recuerdo que dejaste pintado en él, debido a que todo turista siempre deja su pequeño recuerdo impregnado en el muro.

muro-john-lennon

Cementario Judío

Otro de los atractivos de Praga, es el cementerio Judío. Está situado en el barrio judío y cuenta con más de 12.000 lápidas. Y todo se debe a la tradición judía en la que no se puede sacar el cuerpo enterrado. En la religión judía no está permitido destruir ni transportar tumbas. Por lo que, el cementerio se quedó sin espacio y comenzaron a cubrirlas con capas. De esta manera, las tumbas viejas quedaban desplazadas y enterradas bajo las nuevas capas de tierra. La tumba más antigua corresponde con la de un rabino de la época, y data antes del 1439, la última lápida data el año 1787.

Es el motivo, por el que cementerio acumuló más de doce capas de tierra debido a la falta de espacio. Los cuerpos se enterraban unos encima de otros (llegando a más de 10 apilados). Se estima que hay más de 100.000 cuerpos enterrados.

Una parada sorprendente y escalofriante a la vez.

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Ahora te toca a tí descubrir todos los encantos que se esconden en está maravillosa ciudad

?¿Vienes a descubrirlos??

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