La primera vez que vi un baobab fue en Senegal, en uno de mis primeros viajes por el continente africano y me llamo mucho la atención su extraña silueta. Parece más un decorado que un árbol de verdad.
Alguien me contó una curiosa leyenda. El baobab siempre fue un árbol muy bonito pero era tan presumido que Dios decidió castigarle dándole la vuelta. Las ramas estarían bajo tierra y en cambio las raíces quedarían al aire libre, de ahí su curiosa forma que no tiene comparación con ningún otro árbol.
He visto mas baobab en otros países, Botswana, Guinea Bissau, Kenia, Tanzania, etc, pero el lugar donde hay más variedad y cantidad, es sin duda Madagascar. En este país, en algunas regiones del sur, el árbol es considerado como un lugar sagrado. En los ejemplares más altos, aquellos que sobrepasan los 25 metros de altura y algunos de ellos con más de 800 años de edad, se cree que los espíritus viven en su interior, por eso no es extraño encontrar ofrendas hechas por la población local a sus pies.
En la zona suroeste de la denominada, Isla Roja, y que conste que en esta ocasión el color no tiene ninguna connotación política, sino que se refiere al color de la tierra, se encuentra la avenida de los baobab, un maravilloso lugar donde decenas de majestuosos baobab reciben al viajero. De las 8 especies de baobab que existen en el mundo 6 son endémicas de Madagascar.
La pista que va de Morondava a Tulear, es un delirio y un excelente lugar para poder observar estos árboles en su máximo esplendor. En lugares como Morombe o Andavadoaka en la costa del canal de Mozambique, los paisajes salpicados de baobab son algo único y que nadie debería perderse.
Me gusta mucho lo que escribió el explorador David Livingstone en uno de sus diarios de viaje para describir a los baobab: “Son como grandes zanahorias plantadas del revés“.
*A continuación os adjunto unas maravillosas fotos de diferentes baobabs de la especie grandidieri en el sur de Madagascar. La autora y excelente fotógrafa es Sylvia Pallares que vive en el país desde hace varios años.
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