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Entrada a una casa con los adornos tradicionales

Bueno seguimos con el interrogante de mi último viaje y aunque, algunos habéis estado cerca de adivinarlo, nadie lo ha hecho todavía. Por supuesto, el concurso no está abierto para aquellos que ya sabían de antemano hacia donde pensaba dirigir mis pasos, por lo tanto, sigo esperando vuestras propuestas. De todas formas, en el texto que saldrá publicado el próximo lunes os sacare de dudas y os contaré mil último y alucinante viaje. Por el momento, daré alguna pista más y espero que con las imágenes os pueda ayudar. Por cierto, como estamos en Navidades y es época de regalos me comprometo a regalar un libro de viajes a quien adivine el lugar exacto de mi última aventura. Si hay más de uno, el obsequio será para los tres primeros.

En esta ocasión, entre otras cosas, deambulé por un precioso pueblo situado en un lugar estratégico y desde donde había unas vistas maravillosas. El arroz es la base de la alimentación de las tribus que viven por allí pero, como el terreno es muy montañoso, lo cultivan en unas terrazas ganadas a la montaña a golpe de duro trabajo desde hace muchas generaciones. También comen cerdo y todavía se pueden ver algunas de las antiguas casas tradicionales ricamente decoradas. Creo que es todo por el momento. ¡Suerte! y hasta el lunes.