Cascadas en Islandia (2)
Hace poco escribí sobre las cataratas del Niágara y del, para mi gusto, lamentable espectáculo en que se había convertido un lugar tan precioso. La antítesis a este lugar, son todas y cada una, y os aseguro que hay decenas, de cascadas en Islandia.
Lo más importante en esta isla es disfrutar de la naturaleza en estado puro y sin artificios. En cualquier otro país, para poder visitar alguna de estas preciosas cascadas, nos obligarían a pasar por caja, siendo por lo tanto una importante fuente de ingresos para ellos. Pero Islandia en esto, también demuestra ser diferente.
Hay tantos bellos paisajes y tan diferentes que a cada instante nos veremos sorprendidos por la variedad. Además y no menos importante para el viajero, todo es gratis, no hay que pagar por observar la naturaleza y nadie ha intentado convertir los espacios vírgenes en una especie de parque temático donde la mano del hombre ha pretendido “adornarlo”. Estoy seguro que muchas de las imágenes que observa hoy en día cualquier visitante no ha cambiado apenas de las que vieron en la antigüedad los legendarios vikingos.
Me cuesta escoger una como mi favorita, pero me voy a mojar, vaya me salió un chiste fácil. Recuerdo el inmenso y brillante arco iris que observe mientras estaba frente a la cascada de Svartifoss. El color brillante de las columnas basálticas, el azul del cielo, la suave neblina provocada por la caída del agua y un luminoso arco iris enmarcándolo todo hicieron de ese momento un instante mágico. Pero no fue el único. Islandia hace a menudo estos preciosos regalos. ¿Conoces Islandia, cuál es tu cascada favorita?
*A continuación os adjunto una serie de imágenes cedidas por Icelandair
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