Fotografía y viajes
Para la mayoría, llego ya la anhelada época de vacaciones y de viajes. Si algo se repite año tras año, viaje tras viaje, es querer inmortalizar esos momentos vividos en fotografías.
Parecen ya tiempos de la prehistoria cuando en nuestro equipaje cargábamos decenas de carretes de fotos o de diapositivas. Hoy en día, las nuevas tecnologías han cambiado los soportes, pero las ganas de fotografiar paisajes, fauna salvaje, monumentos, fiestas… siguen siendo algo inherente para casi todos los viajeros.
Por eso, gracias al fotógrafo Tino Soriano y su estupendo libro ‘Los secretos de la fotografía de viajes’ -editado recientemente por Anaya en su colección Photo Club- podremos conocer algunos de sus secretos mejor guardados. Tino Soriano es, sin duda, uno de los mejores fotógrafos españoles. Publica sus reportajes en las revistas más importantes del mundo y pertenece también a National Geographic Society. Por eso, a pesar que él mismo indica en la introducción del libro que sus consejos son «solo una propuesta y no la Biblia”, debemos considerarlos como un autentico tesoro.
A continuación tenéis alguna de sus “perlitas”, pero animaros y leer el libro donde encontrareis muchas más.
- Desarrolla una mirada propia, se original.
- A veces no es posible pero ten paciencia y espera la hora adecuada, aprende a interpretar la luz.
- El cielo o la tierra deben estar a 2/3 del encuadre, solo en casos excepcionales a mitad de la fotografía.
- Es mejor tomar menos fotos y disfrutar del momento que obsesionarse con la cámara.
- Cuando fotografíes a personas, intenta establecer algún tipo de dialogo, no los uses solo como algo exótico ya que, para conseguir buenos retratos, el modelo te debe aceptar. Respeta las negativas y no revises la pantalla con cada foto, eso intimida y provoca nerviosismo.
- No busques contextos humillantes, inválidos, mendigos, ancianos, enfermos, etc, deja eso para los fotoperiodistas.
- Si vas a fotografiar algún tipo de festejo, averigua antes si hay algún tipo de restricciones.
- El medio día está contraindicado para fotos arquitectónicas.
Y ahora para finalizar un pensamiento mío: “La mejor foto siempre es la que no te traes en la cámara, es decir, aquella que te traes en tu recuerdo y en tu corazón”
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