Kigali (2)
Hace poco visité Kigali, la capital ruandesa ha sido uno de mis grandes descubrimientos de África.
Fundada en 1907 bajo dominación alemana, cuenta con más de 1.000.000 de habitantes, está situada sobre la línea de ecuador y tiene una altitud media de 1.400 metros.
Desde el momento que aterricé en su aeropuerto internacional vi que había muchas cosas diferentes. La policía de inmigración fue amable, sonriente y servicial. Los trámites de entrada fueron sencillos y rápidos y en un abrir de ojos estaba dentro del país.
Desde el aeropuerto y camino de mi hotel continuaron las sorpresas.
Era de noche y la ciudad estaba bastante iluminada, cosa no muy habitual en las grandes urbes africanas. Las aceras eran ordenadas y limpias, los semáforos y pasos de cebra se respetaban, esto también fue una gran novedad para mí.
Al día siguiente y ya a plena luz recorrí “la ciudad de las mil colinas”. Me llamo la atención el verdor y la gran cantidad de vegetación que invadía todo, la limpieza de sus calles donde no había ni un solo papel ni una basura tirada. Más tarde me entere que en Kigali están prohibidas las bolsas de plástico y también la venta ambulante.
Los motoristas, y hay muchos en esta ciudad, tienen la obligación de llevar casco y lo hacen, las “mototaxis”, uno de los transportes urbanos más usados de la ciudad, llevan también un casco para el pasajero.
Alguien me explicó que es la ciudad más limpia de África, yo añadiría que del mundo. Además desde hace tiempo hay una gran apuesta por las energías renovables y varias empresas se dedican profesionalmente al reciclaje.
Ojala no siempre las noticias que damos del continente africano sean sobre corrupción, malos gobiernos, guerras, enfermedades, hambrunas etc. También hay muy buenas noticias, incluso algunas de ellas podríamos emularlas, Kigali, la sorprendente y limpísima capital ruandesa es todo un ejemplo.
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