Plaza de la mezquita
Cuando uno decide deambular durante años por los diferentes países que antaño formaron la legendaria Ruta de la Seda, hay un personaje y el rastro que dejó a su paso, que te acompañará por muchos de esos lugares. Murió muy joven, pero fue un gran estadista y viajero, me refiero a Alejandro Magno, apodado Iskander por estas tierras.
Khujant, refundada y fortificada por el emperador macedonio como Alejandria Eschate, hace más de 2.500 años, fue según los estudiosos, el lugar más alejado de su tierra natal al que llego antes de emprender su camino de vuelta.
Hoy en día recorriendo el mercado, la Gran mezquita, las madrasas o el mausoleo de Seikh Masal ad- Din se ve uno trasportado a tiempos lejanos repletos de leyendas.
Algunas mercancías han cambiado desde la antigüedad, cosas de la globalización, pero el trasiego de bultos que lo invaden todo, la muchedumbre de rostros diversos, los olores, el regateo y la gran cantidad de sonrisas y miradas extrañadas ante nuestra presencia hacen que disfrutemos de este sitio tan especial.
Quizás Khujant, sea una de las ciudades por las que trascurrió la Ruta de la Seda donde más haya disfrutado. Además de muchos recuerdos en la memoria, me he traído un antiquísimo libro manuscrito que compre a un precio irrisorio. Esta algo deteriorado pero cada vez que observo sus páginas, la imaginación se me dispara…
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