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La distancia entre la ciudad de Arica, en el norte chileno, y la de Punta Arenas, en las frías y ventosas tierras del sur, es de algo más  de 5.000 kilómetros. Para hacernos una idea de lo que supone esa tremenda distancia os diré que la distancia entre Madrid y  Moscú, es casi mil kilómetros menos.

El territorio chileno tiene por lo tanto miles de kilómetros de costa bañada por las frías aguas del Océano Pacifico. Quizás por esta razón, una de las comidas que más se consume en el país austral  es el pescado y los mariscos. Para comer este tipo de alimentos hay muchos lugares por toda la geografía chilena, hoy os recomendaré, Ocean Pacific, un precioso restaurante, un autentico museo dedicado al mar y donde por supuesto la comida es también de gran calidad.

En la capital, Santiago, tienen tres sucursales, Buque Madre, Destructor y Esmeralda, este último, en el barrio de Vitacura, es donde yo estuve en mi último viaje.

Nada más acceder al restaurante te recibe un camarero ataviado como si de un marinero se tratara, te facilita una mesa de cristal con adornos de conchas, estrellas de mar etc y una vez instalados trae una variada carta con platos que se adivinan suculentos.

Todas las paredes del restaurante están decoradas con escotillas, bollas, maquetas de barcos, uniformes, gorras, banderas de señales, timones, cuadros, mascarones de proa, escafandras de buzo, globos terráqueo etc es como estar visitando un autentico museo del mar.  Miles de objetos que con paciencia y cariño ha ido comprando el dueño de los Ocean Pacific, Marcos Rulli, en mercadillos y tiendas de antigüedades. Lo más curioso, aunque uno pensaría lo contrario al ver la fascinante decoración de sus restaurantes, es que a este legendario personaje le da miedo el mar.

Si estas por Santiago, ni lo dudes, visita alguno de los restaurantes Ocean Pacific y disfrutaras de una exquisita comida y de un entorno y decoración única.

Una respuesta a “El restaurante Ocean Pacific en Chile”

  1. nicolas dice:

    Este lugar es espectacular. La decoracion es un 10, la variedad otro 10, la comida.. adivinaron! otro 10! el tiempo de preparacion no lo se definir, porque se me paso volando mientras paseaba por adentro del local. Algo asi como un museo naval convertido en restaurant! ideal para ir con chicos y que se sorprendan con su magia.. Saludos desde Argentina!

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