Rate this post

Tailandia es un país muy turístico, nadie lo puede negar. Muchas personas consideran que ya apenas quedan lugares por descubrir en este país del Sudeste Asiático. Yo no estoy de acuerdo, en mi último y reciente viaje he encontrado una pequeña joya.

Lampang, es una ciudad pequeña y coqueta. Situada al norte del país, a unas 2 horas en autobús de Chiang Mai, está repleta de atractivos que esperan pacientemente ser descubiertos por viajeros curiosos. Al pasear por sus calles se ve uno inmerso en un agradable ambiente algo decadente, no es desde luego un ciudad decrepita, al contrario, la urbe es muy viva y en cada esquina y a cada paso se descubren rincones interesantes.

Templos budistas preciosos y ricamente engalanados, muchas y variadas muestras de espléndida arquitectura que adornan las casas y edificios de la zona de Kad Kong Ta de la época que la ciudad era un importante mercado de madera de teca, también agradables restaurantes situados a la orilla del rio Mae Wang.

Yo sobre todo me quedo con el ambiente relajado y tranquilo que emana en cada rincón de Lampang pero también, para un goloso como yo, con una especialidad de la ciudad, sus exquisitos pasteles de arroz frito bañados en azúcar de palma. Lo dicho, Lampang un dulce descubrimiento.

Deja un comentario