La verdad es que por el momento no me puedo quejar, he empezado 2017 viajando. En esta ocasión no he emprendido una aventura por ningún lejano país, ni tampoco he recorrido ninguna mítica ruta. He sido 24 horas al día durante una semana un TURISTA, así con palabras mayúsculas. Lo que si os puedo decir es que he disfrutado un montón y aunque el destino haya sido cercano, quizás si ha sido algo exótico. ¿Donde he estado? Pues se acabo la intriga, acabo de regresar de Sevilla y Cádiz.
Nadie me podrá negar que ver en una taberna del barrio de Santa Cruz varias cabezas de toro disecadas y colgadas en la pared, no es exótico, que asistir por la noche a un maravilloso espectáculo de flamenco rodeado de japoneses no es exótico, que entrar en la iglesia de la Macarena y ver como algunas personas lloran de emoción y fervor nada mas mirarla, no es exótico, que saliendo de esta pequeña iglesia se puede uno comprar un cucurucho de pescadito frito en la tienda de fritura que hay a un costado del templo e irlo comiendo por la calle como si de pipas se tratara, no es exótico, que tomarse un trago, llamado “ sangre de Cristo“, en el indescriptible Carlochi, una especie de sacristía barroca, servido por su también indescriptible camarero no es exótico, que recorrer el barrio de Triana de taberna en taberna para acabar en Anselma, otro lugar único, y entonar con una copa en la mano, la Salve Rociera antes de que la dueña con una gracia “ mu zevillana “ dijese “ y ahora todos a vuestra puta casa a dormir”, no es exótico, por supuesto nadie abandono el local. Genio y figura de la gran Anselma, que por fiestas navideñas algunas calles del centro de Sevilla estaban cerradas al tráfico de coches y al preguntarle a un policía municipal como podría llegar a mi hotel me dijese “tú eres guiri, pasa, no hay problema”. Tantas y tantas anécdotas, tantos y tantos buenos momentos que desde luego este ha sido sin duda un viaje memorable.
Lo de Cádiz, lo dejo para otro día porque también tiene lo suyo.
Y por cierto los Reyes han llegado fuertes este principio de año, a finales de mes me voy a África para ver gorilas de montañas, también parece exótico.
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