Alguien dijo que los escritores de literatura de viajes no existen y que ese género no es correcto, ya que son solo escritores que viajan. No estoy de acuerdo.
Entre los buenos escritores de libros de viaje los hay de dos tipos, los que apenas han viajado pero tienen gran capacidad de imaginación y documentación, Julio Verne apenas se movió de su mesa y en cambio consiguió llevarnos de viaje a través de sus libros por todo el mundo y por todas las geografías posibles y otros que se lo han pateado todo y nos han dejado sus vivencias plasmadas en preciosos libros. Entre estos últimos esta el británico Patrick Leigh Fermor, del que soy un ferviente admirador. Cada uno de los ocho libros que escribió en su larga vida, murió en el año 2.011 con 96 años, son una delicia de buena literatura.
Su vida fue una vida intensa y como él dijo en alguna ocasión: “Viajo por placer y por curiosidad”. Excelente pretexto para lanzarse a deambular por el mundo. Comenzó sus andanzas recorriendo a pie, con tan solo 18 años, el camino desde Europa a Estambul. Se enamoró de Grecia y de su idioma, se hizo griego de corazón, combatió contra los alemanes en la Segunda Guerra Mundial al lado de los griegos participando en el secuestro del general Heinrich Kreipe, de esta hazaña escribió un libro que luego fue llevado al cine.
En estos días se está celebrando en Madrid la Feria del libro antiguo y de ocasión, una excelente oportunidad para rebuscar alguna “joya” entre los diferentes puestos. Teniendo paciencia siempre se lleva uno agradables sorpresas. Yo la he tenido. Encontré un libro de Patrick Leigh Fermor en una edición antigua y que fue publicado por Editorial Labor, se trata de Viaje a través de las Antillas, en este libro el autor nos narra el viaje que realizó en los años 40 utilizando barcos de vapor, de vela, aviones y también muchas marchas a pie. Obviamente muchas cosas han cambiado en aquellas islas pero sus acertados comentarios y las experiencias narradas en él hacen que la lectura de este libro sea una autentica delicia.
Afortunadamente todos sus libros están traducidos al español y por tanto no hay ningún pretexto para no lanzarse a leer y disfrutar con uno de los grandes viajeros-escritores. Hacerme caso, no os arrepentiréis.
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