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Vista de las cataratas desde el helicóptero

Vista de las cataratas desde el helicóptero

Confieso que las Cataratas Victoria son las que más me han impresionado de las muchas que he visto en mi larga vida viajera.

Este tremendo salto de agua se puede admirar entre la frontera de Zambia y Zimbabue, pero antes de escribir este artículo he hecho un rápido recuento y han acudido a mi memoria bellas imágenes y momento únicos vividos en Iguazú (Brasil y Argentina), Niágara (Canadá y Estados Unidos), Tisissat (Etiopía), Plitvice (Croacia), Dettifoss (Islandia), Kuangsi (Laos) y otras muchas.

En la mayoría de las ocasiones me interné por detrás de su caída, muchas de ellas las observe frente a mí en todo su grandioso esplendor, algunas incluso las navegué por arriba y también por abajo, en otras me acerqué hasta lugares inverosímiles, en todas ellas disfruté pero mi visita a las Cataratas Victoria fue algo diferente.

Las vi de frente, desde los numerosos miradores que están estratégicamente situados, me empapé caminando de arriba a abajo para observarlas desde diferentes perspectivas, fotografié, como no, el arco iris que se forma a su alrededor y que tan mono queda en las fotos, también me hice alguna foto junto a la imponente estatua del explorador David Livingstone, pero el porqué las hace únicas, es por el maravilloso vuelo en helicóptero que realicé a media tarde.

La vista era impactante, me quedé fascinado mirando desde la altura esta especie de tremendo hachazo que parece que alguien dio en la tierra. En la época que estuve, febrero, iban muy cargadas de agua y desde luego era un fabuloso espectáculo ver cómo millones de litros de agua se precipitaban con furia hacia el abismo. Dimos varias vueltas, yo no quitaba la vista de la ventanilla, cuando descendí del pequeño aparato me costó recuperarme, mi cuerpo estaba ya en tierra pero mi mente seguía en las nubes, había vivido uno de los momentos más mágicos de mi vida.

Por la noche tomé un ron, bueno la verdad es que fueron varios, en el Stanley bar del hotel Victoria Falls, y brindé por ser tan afortunado.

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