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Desde que comencé, hace ya un par de años, a escribir en este cuaderno de bitácora viajero, por cierto odio la palabra blog y mucho más a los que se denominan travel bloggers, solo he escrito de lugares que he visitado, pero en esta ocasión, y por primera vez, voy a escribir sobre un lejano archipiélago que se me resiste desde hace años. Las Islas Feroe son un territorio autónomo dependiente de Dinamarca y que están situadas dentro de un hipotético triangulo formado por Islandia, Escocia y Noruega. La población de ovejas supera con creces la de los humanos y su territorio está formado por estrechos fiordos e inhóspitos acantilados, donde llueve casi todos los días del año, donde a pesar de su pequeño tamaño Paul Andrian y su restaurante Kok cuentan con una estrella Michelin, donde el futbol es pasión,  donde los más intrépidos surfers del mundo buscan la ola perfecta y donde, si hacemos caso a los habitantes de estas islas, su territorio se podría convertir en el Sangri- La del siglo XXI.

Sin duda parece un lugar interesante para visitar pero ¿por qué recomendarlo si no lo conozco todavía? Bueno pues porque la gente del Altair Magazine acaban de sacar un excelente y extenso número monográfico, Las islas Feroe. El archipiélago secreto, y con su lectura han conseguido ponerme los dientes largos sobre este rosario de islas. Por cierto cuando un viaje se me mete en la cabeza…

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