Parque Nacional Kaziranga I

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El Parque Nacional Kaziranga es considerado como uno de los mejores refugios de vida salvaje del mundo. Su territorio, de más de 430 km2, se encuentra situado en el estado de Assam, al sur del legendario río Brahmaputra, en el noreste de India y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1.985.

Entre los mayores atractivos de este espacio natural se encuentra la posibilidad de poder observar al rinoceronte indio de un solo cuerno. Para hacerlo, hay dos formas de realizar la visita de este parque nacional, una, subido a lomos de elefante y la otra, hacerlo sobre vehículos 4×4 descubiertos. Hoy os contaré sobre la primera.

Ese día tuvimos que madrugar ya que nuestra visita comenzaría a las 05h15 de la mañana. Todavía era de noche cuando llegamos a la entrada del parque. Nos inscribimos en el control de visitantes y andando nos dirigimos al lugar donde nos esperaban nuestros elefantes y sus “mahout”, cuidadores. Lentamente una tenue luz comenzaba a iluminar el día. Íbamos subidos sobre los elefantes y avanzábamos con cuidado sobre un terreno pantanoso de altos pastizales, el crujido de las pisadas de los grandes animales se escuchaban como un cadencioso mantra. Los mahout iban armados con fusiles y con paciencia observaban atentos el terreno buscando a los escurridizos rinocerontes. Enseguida nos señalaron una charca donde observamos un par de ejemplares, minutos más tarde  encontramos medio escondidos entre altos arbustos una pareja y una cría, fue un momento emocionante, los teníamos tan cerca que casi los podíamos tocar y además desde nuestra privilegiada altura la perspectiva no podía ser mejor. Ni los rinocerontes ni los elefantes se asustaban el uno del otro y todo discurría de forma tranquila y relajada. Todavía vimos algunos rinocerontes más, pero no solo fueron estos los únicos animales que observamos en esta excursión, también vimos antílopes, búfalos, y algunas aves y todo ello enmarcado en un precioso y abrupto terreno donde sin duda los elefantes se movían con facilidad.

Al finalizar la excursión nos hicimos algunas fotos con los elefantes, nos despedimos de los mahout y partimos hacia nuestro hotel en los vehículos 4×4. Un suculento desayuno nos esperaba. ¿Qué más podíamos pedir?

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