Detalles del jardín (2)
Hay algunos iconos muy conocidos que enseguida se identifican con la cultura japonesa. El sushi, los pequeños bonsáis, los luchadores de sumo, las gheisas, la silueta del sagrado Monte Fuji, los elegantes kimonos y por supuesto los nobles samuráis.
En mi último viaje a Japón visité en la ciudad de Kanazawa la antigua casa, más de 400 años de antigüedad, de un samurái de la familia Nomura del clan Kaga. La casa está situada en el barrio de Namagachi, esta zona en su época de mayor esplendor era el barrio donde vivían los samuráis. A pesar del tiempo trascurrido la zona mantiene una atmosfera muy especial con sus estrechas calles por donde circulan inmaculados canales de agua.
La casa está construida con madera de ciprés y en forma de L, sus habitaciones son pequeñas y sin apenas decoración, lo que más me gustó fue su espléndido jardín diseñado bajo el estilo Kobori Enshu y donde sus plantas, arboles, adornos de piedra o su canal de agua repleto de peces de colores convierten este espacio en un remanso de paz y armonía.
Japón siempre es un abigarrado caleidoscopio donde en cada viaje existe la oportunidad de descubrir muchas cosas nuevas. Confieso que esta visita ha provocado en mí las ganas de conocer algo más del fascinante mundo de los samuráis, a mi regreso a Madrid he vuelto a ver la preciosa película Los siete samuráis del gran maestro Akira Kurosawa, la he disfrutado y desde aquí os la recomiendo.
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