El próximo mes de diciembre volveré a India, al noreste, al territorio de los nagas, aquellas belicosas tribus que no hace tanto tiempo se dedicaban a cortar las cabezas de sus enemigos. Su inmenso territorio hace frontera con Myanmar, antigua Birmania, y es un lugar repleto de frondosas y antaño inexpugnables colinas.

Esas mismas colinas, aunque hubo trampa, me cautivaron hace muchos años cuando vi la excelente película Objetivo Birmania que dirigió en 1.944  Raoul Walsh  con una maravillosa fotografía de James Wong Howe y protagonizada por Errol Flyn como el capitán Nelson. No recuerdo cuantas veces la habré visto  pero siempre que lo hago la vuelvo a disfrutar.

La película fue rodada, de ahí la trampa, en las marismas de Orange County en California y en el Jardín Botánico de Los Angeles, era lo más cercano y fácil, para reproducir el paisaje de las largas marchas a través de las selvas birmanas que efectúan los protagonistas de la película. También se usaron algunos planos generales reales de aviones sobrevolando selvas asiáticas.

La película narra las peripecias que sufren un grupo de paracaidistas que son lanzados tras las líneas enemigas de los japoneses con el propósito de destruir una torre de comunicación. Tras el sabotaje deberían dirigirse a un antiguo aeródromo británico situado en medio de la selva donde serían rescatados, pero todo se complica…..Los doce supervivientes, del medio centenar que comenzaron la operación, se convierten en la avanzadilla de la conquista de Birmania suceso que provoco un giro definitivo en la Guerra del Pacifico.

En Kohima, la capital de Nagaland, también se desarrollaron cruentos combates y como recordatorio de los mismos y en homenaje a los caídos  se creó un cementerio y también un muy documentado museo que tuve la oportunidad de visitar el pasado año.

A menudo cine, literatura y viajes se convierten en aliados para mostrar muchas y nuevas posibilidades a los viajeros.

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