El pasado otoño viaje por un par de países de la legendaria Ruta de la Seda, uno de ellos fue Kirguistán, precioso país repleto de bellas montañas y donde me entere que la más preciada condecoración para los alpinistas de la antigua Unión Soviética era el Diploma El Leopardo de las Nieves. Me encantó conocer este dato, ya que desde hace años tengo una ferviente admiración por este salvaje y bello animal.
Obviamente no era fácil conseguir la preciada distinción creada en 1.967, nada lo era en la extinta URSS, pero para poder ser uno de los orgullosos “diplomados” había que haber conquistado las cimas del Pico Lenin, del Comunismo, del Pobeda, del Khan Tengri y del Korzhnevskaya, todos de más de 7.000 metros de altura, ahí es nada. No son muchos los condecorados y desde luego después de haber visto y leído sobre estas majestuosas montañas no es de extrañar que a los escaladores triunfadores les honraran con tan valiosa distinción. Muchos dejaron su vida en el empeño y otros a pesar de intentarlo no consiguieron completar el quinteto. Por cierto, la única montañera viva que ostenta tal condecoración, es la española Chus Lago.
Como anécdota os contare que el nombre del equipo de jockey sobre hielo de la ciudad de Astana, en Kazajastán, y al que tuve la oportunidad de ver jugar en su estadio junto a mis amigos Xavier y Fernando, también se llama Leopardo de las Nieves.
Uno que ya peina canas y muchas, dicho sea de paso, y ya no está para plantearse expediciones en busca de escalar cimas legendarias, tiene en cambio muchos otros viajes pendientes en la cabeza, uno de ellos, y lo siento pero no puedo contar mucho más, está muy relacionado con el leopardo de las nieves.
Continuará………
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