Belgrado te espera

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Su nombre significa literalmente “Ciudad Blanca” y es una de las más desconocidas de Europa para los turistas, a pesar de estar situada en un enclave único sobre la confluencia de los ríos Danubio y Sava. Hablamos de Belgrado, la capital serbia. Con un pasado turbulento, Belgrado ha sabido recuperarse hasta en 40 ocasiones de los ataques que ha sufrido durante su historia y todo ello sin perder la esencia que la caracteriza.

Se trata de una ciudad relativamente grande, pero que da a los visitantes sensación de cercanía, ya que casi todo su patrimonio y lugares de interés se encuentran en el centro histórico, que se puede recorrer a pie o en bicicleta. Es el destino perfecto si queremos empaparnos de historia, buena gastronomía y ambiente, pero no sufrir las avalanchas de turistas que copan otros destinos europeos.

Hoy, queremos compartir con vosotros las visitas que harán que Belgrado se convierta en protagonista de vuestros deseos viajeros:

Catedral de San Sava

Con 82 imponentes metros de altura, es la catedral ortodoxa más alta de Europa y una de las más grandes del mundo. Es uno de los símbolos de la ciudad. Nuestra recomendación es que paséis a visitarla de día y de noche, ya que iluminada terminará de conquistaros.

Plaza de la República

Se trata del centro neurálgico de la ciudad, donde se encuentran los edificios más importantes y representativos de Belgrado. Es el lugar idóneo para hacernos una idea del día a día en la capital serbia. Además, durante las semanas previas a Navidad, en esta plaza encontraremos los conocidos mercadillos navideños, que dan un ambiente tan acogedor y festivo.

Calle Knez Mihailova

Empieza en la Plaza de la República y termina en el Parque de Kalemegdan y está protegida como uno de los atractivos más valiosos de Belgrado. Es la vía peatonal más larga de la capital serbia, con un kilómetro de tiendas y establecimientos comerciales. Durante vuestra estancia en la ciudad, la recorreréis varias veces y cada una de ellas descubriréis nuevos encantos.

Residencia de la princesa Ljubica

Construida entre 1829 y 1831, es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura serbia de la época. Durante años, fue la residencia de la princesa Ljubica, pero en la actualidad alberga el Museo de Belgrado. La visita al interior resulta muy llamativa por la influencia oriental-turca que desprende el mobiliario, los sofás y los cuadros que todavía hoy se mantienen allí.

Fortaleza de Belgrado

Su nombre oficial es Kalemegdan y está situada en el parque que lleva su mismo nombre. Fue construida hace siglos, pero su estructura parece moderna. Esto es porque -al igual que el resto de la ciudad en alguna ocasión- la fortaleza fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Es el lugar más emblemático de la ciudad, con un aura romántica sobrecogedora y uno de los miradores más bonitos de Serbia.

Edificios bombardeados por la OTAN

Como hemos comentado, Belgrado es una ciudad con un pasado tortuoso y una historia plagada de enfrentamientos. Tanto es así, que algunos de los edificios que en el pasado fueron bombardeados continúan con el mismo aspecto. Es el caso del Ministerio de Defensa de Belgrado, que sufrió los bombardeos de la OTAN en 1999. Quizá no es una visita tan agradable como las anteriores, pero nos permite conocer de cerca del pasado que ha vivido el país. Una forma más de empaparnos de historia en este viaje.

Museo Tesla

Nacido en el seno de una familia serbia, el genio de la electricidad, también tiene un hueco emblemático en la capital. El Museo Nikola Tesla de Belgrado tiene el honor de cuidar, preservar y mostrar el legado de Tesla a locales y visitantes. Encontraréis una exposición bastante interactiva, con réplicas de sus inventos, pero también con cartas y documentos originales. Durante el recorrido, os permitirán experimentar con la famosa bobina Tesla y, si acudís a la hora adecuada, podréis uniros al tour en castellano.