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Un par de páginas de mi cuaderno de viajes por Arabia Saudita

Está previsto que en el año 2.017 se inaugurara en Arabia Saudita el hotel más grande del mundo. Se llamará Abraj Kudai y tendrá nada menos que 12 torres, 10.000 habitaciones, 70 restaurantes y un sinfín de amenidades.

Las cifras como se vé son para marearse, pero ya se sabe, en estos tiempos que corren hay que ser “lo más” y en eso Arabia Saudita y todo su dinero parece tenerlo más fácil. Aunque quizás ellos todavía no sepan que el encanto a menudo no se compra con dinero. Nunca se puede decir: “De esta agua no beberé “ pero no será este el tipo de hotel que yo escogeré para alojarme.

Ya he escrito anteriormente sobre el Hotel La Poste en Saint Louis de Senegal, refugio y alojamiento de pilotos legendarios de la Aeropostale, como Antoine de Saint Exupery, autor del Principito, Jean Mermoz o Henry Guillaumet, del Hotel Baron en Alepo, hoy tristemente desaparecido como secuelas de la guerra en Siria, pero también podría haber escrito, y lo haré, del Pera Palace en Estambul, del hotel Zenobia en Palmira, Mena House del Cairo, Continental de Ho Chi Ming City (antigua Saigón), Oriental de Bangkok, Raffles de Singapur, Strand de Yangún, Ambos Mundos de La Habana, Taj Mahal de Bombay y muchos más. Todos ellos son lugares con historia, con sabor a nostalgia y que a pesar de los años trascurridos desde sus comienzos todavía conservan una patina de autenticidad.
Alojarse entre sus históricas paredes, sus añejos mobiliarios y sabiendo además que entre sus huéspedes contaron a los más ilustres e irrepetibles personajes de la época es todo una experiencia.
Y por cierto, hablando de hoteles hay un escritor que me encanta, el holandés Cees Nootebom. Tengo varios libros suyos y a veces me gusta releerlos, siempre hay matices que descubro en las nuevas lecturas. En esta ocasión he rescatado de mi biblioteca un maravilloso libro titulado Hotel Nómada.
¡Precioso título!.
”Un libro dedicado a los viajeros, a quienes entienden el viaje no como una huida sino como un modo de conocerse a si mismo, a quienes creen que a viajar se aprende, como se aprende a leer, a amar, a morir».

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