Fuentes del Nilo y su ignorado descubridor

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“Confieso que me alegré de ver lo que tanto desearon ver el rey Ciro, el gran Alejandro y Julio César”. Estas son las palabras en una de las pocas memorias que dejó el jesuita, explorador y pionero Pedro Páez de origen Español. Este hombre se embarcó en un viaje sin regreso desde 1588 hacia India y Etiopía y es en el segundo donde hace sus célebres descubrimientos ignorados por la historia. Primer europeo junto al Padre Antonio de Monserrat en cruzar el desierto de Hadramaut cuando fueron vendidos como esclavos, primer europeo en tomar moka (café) y documentarlo, trazó el principio de sendas alianzas con Roma y España al convertir los emperadores etíopes Za Dengel y Susinios Segued III a la fe católica y fue durante un viaje con el emperador Segued III en 1618, donde se convirtió en el primer europeo en ver las fuentes del enigma geográfico del Nilo Azul, pero este mérito se lo lleva el británico James Bruce quien llegó 150 años después. Sus restos están en la antigua Iglesia de Góngora  al lado del  Lago Tana. Es así como se une un Jesuita Español a la enigmática historia de las fuentes de unos de los ríos más impresionantes, El Nilo.

El Nilo ha visto surgir y morir algunas de las civilizaciones más importantes del mundo, pero la gloria de ello no opaca la suya propia, considerado el segundo río más extenso del mundo ya por sí mismo es especial, desbordando vida a lo largo de sus 6700 kilómetros de longitud. Paradójicamente la majestuosidad de este río nace del Nilo Azul, en una minúscula fuente en Etiopía donde poco a poco se va formando un arroyo que encamina hacia el Lago Tana que es el tercero más grande en este país y en sus riberas viven hipopótamos, cocodrilos y hasta leopardos, alberga 37 islas, en muchas de las cuales se levatan iglesias y monasterios de los siglos XIII y XIV.

En Etiopía a lo largo del Nilo Azul hay  paradas obligatorias para los visitantes  como  las cataratas de Tis Isat (Agua que humea), la tribu o Poblado Gumuz o Lalibela donde se encuentran varias iglesias y castillos del siglo XIII, pero una destaca Siendo declara Patrimonio De la Humanidad y posee forma de cruz (La Iglesia de San Jorge), excavada en las rocas que solo se visualiza desde las alturas. Este país de belleza natural y de contrastes únicos es el territorio africano que nunca fue colonizado y la segunda nación del mundo más antigua en adoptar el cristianismo como religión oficial después de Armenia y como reino fue el primero adoptar esta fe, pero Etiopía como hemos dicho es de contrastes pero sobretodo naturales, luego de pasar por castillos, iglesias, islas, cataratas, debemos de mencionar las majestuosas montañas Simien declaradas Patrimonio De La Humanidad por la UNESCO EN 1978. El sistema montañoso que se levanta imponente con más de 4000 Metros sobre el nivel del mar es uno de los pocos lugares en África donde en su cima nieva, siendo uno de los pocos lugares en toda África donde esto es posible.

Las Montañas Simien alberganun sin números de animales muchos de ellos endémicos e únicos donde solo se verán en esta parte del planeta, siendo un gran atractivo turístico para aquellos que les gusta las aventuras odisfrutar de un trekking en estas montañas que son a la vez un Parque Nacional.  Sin duda un país mucha historia y sobre todo de gran riqueza natural.

 

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