Los 5 tesoros de Yunnan
La puerta de entrada a China, desde Laos o Vietnam, nos descubre una de las caras más desconocidas de China. Encajada a los pies del Himalaya, Yunnan es una tierra de contrastes. Cada pocos kilómetros el clima, la geografía y las etnias cambian. Convirtiéndola en la región con mayor diversidad cultural, étnica y biológica de toda China.
Sus cambiantes paisajes sorprenden hasta a los más viajados y cada paso por esta increíble tierra, te descubre una tradición, un ecosistema o un templo nuevo. Descubre los 5 tesoros de Yunnan.
1. Shilin: El bosque de piedra
Este peculiar «bosque», es un laberinto pétreo, donde la erosión del agua y el viento han hecho que las altas agujas adopten formas de lo más curiosas. El paseo por el laberinto es romántico y misterioso, con vegetación a los lados, caminos, escaleras y siempre entretenido con todas esas piedras con formas de personajes famosos, caballitos de mar, flores…
No es de extrañar que haya leyendas en torno a este mágico y espiritual lugar. Según algunos antiguos mitos del pueblo chino de Shilin, el Bosque fue creado por los dioses o inmortales a partir de una montaña, donde haciendo agujeros, crearon un bosque laberíntico para dar a los enamorados un lugar donde disfrutar de su intimidad.
2. Dali: La antigua ciudad
Dalí es una de las pocas ciudades chinas que tienen un ambiente especial y la sensación de calma que a los mochileros les gusta tanto. Con más de 2.000 años de historia, la capital del antiguo reino de Nanzhao, es una de las ciudades más bellas de Yunnan.
Pasear por las calles de su casco histórico, disfrutando de la arquitectura tradicional, es como estar dentro de un pueblo de juguete. La ciudad, está llena de vestigios históricos y tradiciones como la torre de las cinco glorias o las ofrendas a los dioses que aun practican las ancianas de la ciudad. Sin embargo lo más destacado de esta ciudad son las Tres Pagodas.
Después de contemplar las Tres Pagodas, es el momento de descubrir los pueblos y el paisaje que rodean la ciudad. Los más famosos son el templo Zhonghe desde donde hay unas vistas increíbles de Dali y el lago Erhai y las aldeas Zhoucheng y Xizhou. La primera, es cercana a la montaña y sus callejuelas ascienden a los templos principales. Además, a diario acoge un encantador mercado tradicional.
Xizhou, en cambio, es cercana al lago Erhai y tiene un aspecto más señorial. Antiguamente era el lugar de residencia de las familias más poderosas y adineradas de Dali y su centenar de mansiones, muchas de ellas abiertas al público son lo más destacable del pueblo.
3. Lijiang: Capital de la etnia Naxi
A los pies de la meseta tibetana se encuentra Lijiang. Una hermosa ciudad formada por caminos de piedra, edificios de madera y canales que la convierten en uno de los rincones mas románticos y bonitos de la región.
En las cercanías, no puedes dejar de pasear por la vieja ciudad de Dayan, un pueblo Naxi con puentes, canales y arquitectura tradicional, visitar el estanque del dragón negro desde donde admirar la montaña del Dragón de Jade y Nieve y explorar la garganta del Salto del Tigre, uno de los barrancos más profundos de la Tierra.
4. Shangri-la: El potala de Yunnan
Si has visitado esta ciudad, seguro te cuestionaste si habías descubierto el Shangri-La de la novela de Hilton. Sin embargo, te diste cuenta en que en algo difería al paraíso terrenal cercano al Himalaya que describía el escritor y es que en esta ciudad no se encuentra el secreto de la vida eterna.
Lo que si se encuentra, es el gran monasterio tibetano de Sumtseling. Una visita realmente espectacular. Un precioso y enorme monasterio con vistas a un lago, que cuenta con 600 monjes en activo, te introduce al auténtico budismo tibetano. Con sus tradiciones y credos intactos, los monjes y ciudadanos de la zona bailan con coloridos vestidos hasta medianoche. Una joya tibetana en el corazón del Himalaya chino.
5. Las terrazas de Yuan Yang
El último lugar de esta lista, es el laberinto de lagunas escalonadas de Yuan Yang. Situado entre Yunnan y Laos, el hogar de la minoría étnica Hani, nos presenta un paisaje inolvidable, los espectaculares atardeceres sobre las famosas terrazas o campos de arroz. Sin embargo, aunque ver esto ya merezca el viaje por sí solo, las casas con forma de Seta de los Hani así como sus costumbres tradicionales también son impresionantes.
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