Recuerdos épicos: Ascensión al Salcantay, en los Andes peruanos

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Salcantay1Echamos la vista atrás para rememorar la épica ascensión al Salcantay (cumbre peruana de  6.271 m) de un grupo de montañeros, con Juan Mari del Hoyo -CEO del Grupo Azul Marino-, como organizador y director de la expedición.

Y qué mejor forma de hacerlo que transcribiendo el relato escrito por el propio Juan Mari en agosto de 1978, apenas un mes después del logro del que se hizo eco la prensa de la época. Porque el Salcantay, una de las cumbres más importantes de los Andes ya había sido coronada en otras ocasiones (la 1ª vez en el año 1952) pero nunca antes se había hecho por la peligrosa arista N.E., la misma en la que perdió la vida Fritz Kasparrek años atrás.

El día 11 de Julio de 1978, tras 10 días escalando paredes verticales de hielo, la expedición «Edelweis 78» coronaba el Salcantay por una nueva vía, haciendo historia en el alpinismo mundial.

Noticias aparecidas en la prensa:

Éste es el relato de la ascensión:

EXPEDICIÓN A LOS ANDES PERUANOS  (Cordillera Vilcabamba)
Nevado“Salcantay”   (6.271m.)     “La Montaña Sagrada de los Incas”:

Primera ascensión Arista NE

Siempre, alguien está preguntando ¿Qué se siente al llegar arriba? ¿qué ganas con eso? ¿porqué te atrae tanto la montaña?

Preguntas difíciles de  contestar. Algunas veces digo que encuentro mucha felicidad y quizás pocos lo entienden. Por eso siempre recuerdo como en un cursillo de la ENAM nos decía Joserra Tellería que su respuesta siempre era “lo siento pero no puedo explicártelo” lo mismo que no sé explicar un dolor de muelas” “hay que vivirlo y sentirlo para entenderlo”.

Este relato, lo dedico a nuestros compañeros, Txomin, Rafa, Luis, Alberto y Emilio, con los que iniciamos la idea hace tres años y que, por unos motivos o por otros no pudieron realizarlo. A la expedición la pusimos el nombre de nuestra flor “Edelweiss”.

 PRIMERA PARTE

De Las Encartaciones a los Andes

El Alpino Goiko Mendi, es un grupo que reúne a montañeros de todas las Encartaciones. En el año 1975, nos habíamos juntado dentro de ésta sociedad, una serie de amigos con un nivel elevado dentro de la alta montaña, después de haber realizado constantes ascensiones en Picos de Europa, Gredos, Pirineos y Alpes.

Fue entonces cuando me surgió la idea de preparar una expedición ligera a los Andes Peruanos ya que, en un reciente viaje que hice a Cuzco, había conseguido un presupuesto muy económico y una buena información.

Definitivamente se decidió como objetivo el monte Salcantay en la Cordillera Vilcabamba, entre los ríos Apurimac y Urubamba ya que, aparte de ser una zona poco conocida y estar rodeada de selvas y restos arqueológicos, tenía el aliciente de haber sido intentado por cinco expediciones sin haberlo conseguido… Únicamente había sido ascendido por alguna expedición extranjera… Además en su arista N.E. había desaparecido unos años antes el conquistador de la cara Norte del Eiger … siendo dicha arista nuestro objetivo…

Después de dos años de preparación, lucha por conseguir el presupuesto y dos últimos meses agobiantes, el 18 de Junio partimos desde Madrid en avión-regular con destino a Lima y Cuzco los cinco componentes que en definitiva quedamos: Antonio Alcalde de Julián (Asturias), José Alfredo Astudillo (Asturias), Adolfo Echevarria Ariño (Bizkaia), Jesús Miguel García Gotxi (Bizkaia) y Juan Mari del Hoyo Ugalde (Bizkaia).

En Cuzco, contratiempo favorable

En el aeropuerto Jorge Chávez de Lima, sacamos de la aduana los 500kg. de material que habían quedado retenidos días antes ya que, lo habíamos enviado con un grupo de turistas y sumados a los 250kg. que llevábamos, hacían el total de equipo y comida de ataque.

A la mañana siguiente, es decir el 20 de Junio volamos durante una hora al corazón del Sur del Perú, la ciudad de Cuzco, cuna de la cultura colonial y rodeada de antiguas ciudades Incas atrapadas ahora por la vegetación de las selvas. Alcanza los 3.400m. de altitud.

Nos esperaba nuestro contacto y amigo del Club Andino Peruano, Gustavo Vucetich “El gigante” hombre curtido en éstas alturas, capaz de tomarse una botella de coñac en un abrir y cerrar de ojos sin enterarse.

Nuestra fija idea era la de salir inmediatamente hacia el Nevado después de ultimar las compras y aclimatarnos en la aproximación…

Sin embargo Gustavo nos aseguró que habría un cambio de luna y por consiguiente un empeoramiento del tiempo.  Pensamos que,  si teníamos nevadas en el Campamento Base sin estar suficientemente aclimatados nos podrían desmoralizar, por lo que decidimos esperar.

Fue entonces cuando se dispuso efectuar una travesía que nos sirviera de aclimatación y partimos para recorrer el “Camino del Inca” que después de pasar por varios collados y selva, en tres días se llega a la ciudad de Machu Pichu (maravilla de la cultura Inca). Este fue el mayor acierto de todo el viaje, una experiencia inolvidable para el resto de nuestra vida.

El Camino del Inca

Después de hacer una serie de compras en Cuzco, el día 21/6 partimos en tren a las 6 de la mañana, descendiendo por la cuenca del río Urubamba hasta el Kilómetro-88, donde nos dejó a 2.200m. de altitud…. Para atravesar el río, dos cables y una madera forman un rústico teleférico cuya energía es una indígena tirando del cable.

Comenzamos a caminar con ganas pues en definitiva en ese momento entrábamos en nuestro ambiente…. Mochilas con unos 35kg., poca ropa, cámara y tomavistas a mano, gafas, pamela y algunos en lugar de cletas llevaron las botas dobles para hacerlas al pié.

Este día después de atravesar varias quebradas, montamos el campamento en una pequeña campa al lado de un riachuelo a 3.200m.

El día 22, después de desayunar fuerte, continuamos nuestra caminata introduciéndonos varias veces en zonas de selva..  Cuando el camino pasaba por un río , tratamos de dar un pequeño rodeo y, subiendo una fuerte pendiente, nos desviamos totalmente, dándonos cuenta que no se podía continuar ya que el falso sendero desapareció y, el espesor de los ramajes nos hacía imposible seguir. Tras una especie de recorte al monte conseguimos coger otra vez el camino, habiendo perdido unas dos horas..

Entró la niebla y empezó a nevar cuando estábamos atravesando un collado a 4.200m. (máxima altitud del recorrido).  Inmediatamente después comienza un brusco descenso hasta el río Pacasmayo y nuevamente otra subida hasta alcanzar otro collado de 3.500m. hasta descubrir entre la vegetación el tesoro que representaba otra ciudad Inca.  Después, y siempre con unos paisajes como un paraíso de montañas, nos fuimos introduciendo en la selva que en ocasiones tragaba al pequeño sendero.  Ya de noche acampamos en los restos de otra gran Ciudad  “Puyapatamarka”.

Por momentos parecía que estábamos viajando por el Túnel del Tiempo y nos encontrábamos viviendo algunos siglos atrás.

El día 23 después de andar unas ocho horas llegamos a Machu Pichu , donde esperamos a que se desalojara de turistas para visitar la ciudad y subir a Guana-Pichu, donde cayó una estupenda tormenta que nos sirvió para limpiar algo de la suciedad que se había hospedado en nuestras pieles durante estos días.

Pernoctamos en la orilla del  río Urubamba y a la mañana siguiente….

Aguas Calientes

Nos acercamos hasta un pueblecito llamado Aguas Calientes, donde nos bañamos en unos manantiales naturales que manaban agua muy caliente.  Después regresamos en el tren a Cuzco. Un tren donde viajan todo tipo de animales domésticos y mercancías de frutas.  Un tren donde lo más limpio que encuentras es el aire., un tren que constantemente es asaltado por los indios para vender “chancho asado”,  maíces cocidas y los más diversos potinges, todo ello naturalmente servido con la mano.  Así que,  lo único que compramos fué un pequeño saco de plátanos enormes y los zampamos rápidamente.

Despeja y entramos en ambiente

Una vez en Cuzco, nos dedicamos a efectuar las últimas compras, así como regalos y cosas típicas con el fin de venderlo a la vuelta con una exposición al proyectar la película.

El día 26, tras haber preparado todas las cajas de material, salimos en una camioneta que puso a nuestra disposición Gustavo, y nos llevó hasta Moyepata.  El mal tiempo ya había pasado, nos encontrábamos muy bien y como dijo Antonio, ahora es cuando entramos en ambiente de expedición.  Hasta ahora todo había ido muy bien , algunos pensábamos que quizás demasiado bien para lo que nos esperaba…..el escalofriante Salcantay…. que ya lo habíamos visto desde la cabina gracias al detalle que tuvo el Comandante de la Cía. Aérea Faucett al aproximar el avión para poderlo filmar. También lo vimos éste día desde la camioneta como una pirámide blanca lejana, con sentimientos de alegría y furia.

Nos alojamos en la Hacienda Pinkopata del Sr. Montes y contratamos los arrieros para el día 28 ya que, el 27 no podían prepararlo por ser ya muy tarde.

El 27 lo dedicamos a la aclimatación haciendo una bonita excursión durante todo el día.

El día 28 por la mañana llegaron los arrieros a la Hacienda con 11 mulas y cargaron todas nuestras cajas a excepción de la mochila que dejaríamos para las cosas más imprescindibles.

Este día comenzamos la aproximación al Salcantay.. ya estábamos metidos de lleno en la empresa.

Nos cobraban los arrieros 250ptas. Por mula y día… nosotros les daríamos la comida y tienda para dormir.

SEGUNDA PARTE

Primer día de aproximación

Antes de que los tres muleros terminaran de cargar las once mulas, nos despedimos de la familia Montes y comenzamos a caminar…. Suponiendo que los animales llevarían un paso más ligero y pronto nos darían alcance.  Luego no fue exactamente así ya que, una mula se puso enferma y tuvimos que esperarles en varias ocasiones.

Directamente se sube un desnivel de 900m. para continuar ladeando varias montañas hasta llegar a Pampa Soray (3.800m.)  donde al anochecer instalaríamos el campamento.

Encima los glaciares y la impresionante vista del Nevado Humantay, reposando su majestuosidad en el fondo de un gran valle.

Segundo día de aproximación. Rodeando la Base del Gigante

El día 29, después de recoger el campamento y, adelantándonos también a las mulas, comenzamos a subir por el valle, junto a una gran morrena que forma el glaciar Sur del Salkantay.

 Después de algunas horas llegamos a la base Sur-Este de nuestro gigante andino y rodeamos dirección Norte, para lo cual tuvimos que pasar el Collado Inkachiriaska (4.850m.).

Observamos la arista de los japoneses y comentábamos con Pepe y Antonio su intentona sin éxito en la expedición asturiana del 73.

Un fuerte descenso ante la blanca vista del glaciar Este y otra caminata nos deja en la Planicie de Sisaypamba.  Aquí montaríamos el campamento en zona camuflada ya que nuestros arrieros aseguraban que indios de esos valles solían robar sus mulas.

Collado Palcay y Campamento Base

En la mañana del 30 desayunábamos con los primeros rayos de sol contemplando la nieve del Collado Palkay.

Después de atravesar una morrena, comenzamos a subir el zigzagueante camino helado donde las mulas tuvieron problemas y hubo que hacer peldaños con los piolets en el hielo.

Una vez remontado el collado, vimos al fondo del otro lado un campamento.. gritamos y ¡justo! nuestros amigos guipuzcoanos del Club Vasco de Camping que llevaban algún tiempo por aquella zona.  Nos invitaron a unos deliciosos espárragos con mayonesa.

Instalamos nuestro Campamento Base, con dos tiendas más grandes en forma de “L” y una pequeña para cierto material y comida ya que, todas las cajas quedaron fuera, pues son de fibra de vidrio.  Cenamos y bajamos al campamento guipuzcoano para tomar café con galletas mientras, nos informaban sobre la situación de las Vías.

Ellos iban a intentar subir siguiendo una vía abierta por unos eslovenos ya que la consideraban más factible desde donde nos encontrábamos..  Al preguntar por nuestra Arista Virgen, nos dijeron que la habían descartado.. una expedición mexicana se tuvo que retirar tras varios días de intento ya que la encontraron altamente peligrosa.

Suprimir el día de descanso e Intentar la Arista

Tras una pequeña charla entre los cinco y de común acuerdo, la misma noche del 30, decidimos anular el descanso previsto para el día siguiente y comenzar a pesar de todo, atacando la Arista.

El día uno de Julio a media mañana estábamos todos atravesando la morrena por debajo del glaciar en dirección al horizonte encrestado del monte.

No conseguimos llegar hasta el lugar donde queríamos instalar un  primer campamento y, tuvimos que hacer un depósito con material y alimentos, regresando al C.Base, contentos con nuestro primer contacto con el hielo Andino.

Campamento Uno

El dos de Julio cargamos nuevamente a tope nuestras mochilas y conseguimos llegar debajo de los primeros muros de hielo, donde instalaríamos nuestro campo Uno, resguardado por una pared de roca aparecida en la nieve a 5.100m.

Al día siguiente, una cordada empezaba a equipar los muros, mientras la otra bajaba a recoger lo depositado el día anterior a 4.900m. y después de dejarlo en el campo Uno , descenderían al Base, mientras la primera cordada dormía arriba nuevamente…

Este día la expedición Donostiarra dirigida por vasco Jesús Mari Rodríguez Pozo,  hacía cumbre por la vía Eslovena abierta días antes…siendo la primera española y la tercera en conseguirlo ya que también había ascendido la expedición mexicana que se había retirado de nuestra Arista NE.

Relevarse y seguir

Hoy cuatro de Julio, mientras una cordada de tres subía con pesadas mochilas con la idea de no bajar más al C.Base hasta hacer cumbre, los otros dos compañeros equipaban por encima del C.Uno… Donde pasaríamos todos la noche.

Al día siguiente, tras un relevo, ascendemos por las cuerdas fijas y continuamos abriendo Vía y equipando hasta llegar a una cueva de hielo que formaba un pequeño Serac, donde solo podían descansar dos personas…Por tanto los que porteaban tuvieron que bajar al C.Uno.

Quedaba un muro y una peligrosa arista para llegar al pequeño Plató desde donde se podría enlazar con la otra Vía.

Así que, acordamos abrir el paso por la primera cordada y todos al día siguiente poder llegar al pequeño Plató.

Los 30 últimos metros a punto de hacernos retirar

El seis de Julio equipamos el muro encima del Serac y tratamos de pasar la arista que unía con el pequeño Plató…  A caballo, retirando la nieve blanda de la arista conseguimos progresar muy despacio hasta que nos encontramos con un paso de hielo completamente hueco por debajo.  “”Yo no paso por ahí”” “”Creemos que el riesgo es muy alto””.

“”Asegúrame que voy a ver como está el hielo”” “”Es bastante azul y parece que está fuerte”” “”Hay que golpear con el pìolet para hacer algo de huella y podría romperse todo””.

A la derecha un abismo, a la izquierda otro…  Nuestro compañeros estarán subiendo pensando que lo tenemos abierto.

Estamos muy cansados y empezando a ponernos nerviosos….   Tenemos que avisarles para que no sigan subiendo o nos metemos todos en un Cepo….

Bajamos… Cuando nos encontramos con ellos, les explicamos la situación y todos bajamos al C.Uno.

Cenando, se plantean dos alternativas….. Bajar todos y subir por la Vía Eslovena o bajar tres y los otros dos dormir en la pequeña cueva y tratar de pasar por la mañana frescos la zona peligrosa y así podernos juntar nuevamente bajo el Gran Serac…. La ilusión de conseguir una primera Vía mundial nos hizo decidirnos por la arriesgada segunda opción.

Hasta dentro de dos días ¡Suerte!

En la mañana del día de San Fermín, Fito y yo teníamos ya los crampones puestos y estábamos preparados cuando todavía se calentaba el desayuno sobre el pequeño camping-gas…

Los otros recogían las tiendas del C.Uno.

“”Cuando subamos este primer muro soltamos la cuerda de 60m. para que la recojais y bajeis””.

Había que recoger el máximo de material posible ya que la bajada sería por la otra Vía…  Únicamente dejaríamos equipados los pasos más peligrosos por si hubiera que hacer una retirada obligada antes de llegar al primer Plató.

Este día mientras unos llegaban al C.Base, nosotros dormíamos en el pequeño agujero de hielo a 5.400m. protegidos por nuestra tienda gore-tex..

Rompemos las dificultades de la Vía Nordeste

El ocho de Julio, las nubes estaban muy por debajo de nosotros cuando recogíamos nuestra pequeña tienda túnel para hacer sitio y desayunar.

Cuando llegamos a los últimos 30 metros parecía que, tampoco esta vez podríamos pasar…  “”Voy a dejarte mi mochila”” “”Ponte doble seguro”” “”No voy a meter ningún tornillo para evitar golpes en el hielo””…    Avanzo lentamente… Ahora a caballo… Ahora casi tumbado”” “”Esta nieve blanda sobre el hielo me está jo…””

Limpio la nieve polvo con la mano… Los guantes están rotos por los rappeles …  Tengo frío en las manos…  Fuera guantes…  Me pongo las incómodas manoplas…  Ha pasado mucho tiempo…  Han pasado ya tres horas en este pequeño trozo…  Solo quedan tres metros para poder agarrarme a esa arista…  ¿Cómo será la parte de allá?…

Por fín clavo el martillo y ahora el piolet en la otra parte… Limpio un poco…  …  Una pierna y luego la otra…  Clavo una estaca y luego el pìolet…  ¡!Ya está!!…

“”Amarra la mochila a la cuerda naranja”” “”Se ha enganchado en ese saliente de hielo”” “”Bueno sube Tú y luego entre los dos ya tiraremos para subirla””.

Estamos en el pequeño Plató.  Hace mucho frío y está anocheciendo.

Vemos unos puntos minúsculos en la otra Vía, son nuestros compañeros que están montando su campamento.

Nos han visto pasar el trozo malo y ya estamos todos mas tranquilos.

Fito y yo rapelamos a una grieta y nos disponemos a comer algo y dormir.

Mañana conectaremos con la otra Vía y continuaremos la ascensión.

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

Juntos hacia la Cumbre

Cuando el nueve de Julio estábamos poniéndonos las botas, el sol abrazaba la enorme grieta como queriendo penetrar para quitarnos el frío.

Enfrente, nuestros compañeros madrugadores ya subían la gran Rampa en dirección al Serac…

Ellos eran cuatro y subían en dos cordadas ya que, se había unido el alemán Hans…  amigo de Gustavo y excelente muchacho.

Salimos de la grieta y comenzamos a subir hacia la izquierda.

“”Asegura en corto”” “”Hay otra grieta tapada por la nieve”” “”Cuidado””

Es muy temprano.. La nieve está helada.. No pasa nada.

Por fin llegamos a las cuerdas fijas de la otra Vía.. Sacamos un jumar..  Esto es otra cosa.

Nuestros compañeros están ya en la Pala de arriba..  No les vemos.

Lo único importante : Vivir

La siguiente, con tendencia derecha, termina en una arista una vez sobrepasado el gran Serac.

Continuando por la izquierda y en la mitad de un pequeño muro hay que cortar la fina cresta y seguir por su derecha.

Parece que estamos llegando al gran Plató, pero no es asi.

Unos pasos de hielo y roca verticales y continuados por unos corredores de nieve también helada, nos hacen perder el suficiente tiempo para que caiga la noche.

Están cayendo trozos de hielo…  Nuestros compañeros con muchas dificultades han pasado el último trozo de hielo durísimo.

Continúan subiendo para llegar al Plató y siguen cayendo trozos de hielo…  ¡!Cuidado!!  Un trozo ya le había caído a mi compañero en la espalda un cuarto de hora antes.

Estamos muy agotados…  La noche es clara pero el termómetro baja ya de los 15º bajo cero…  Tendríamos que vivaquear pero no tenemos ni fuerzas para preparar el Vivac,

ni moral para comer y descansar en esta pared…  Hay que subir como sea al Plató…  En ese momento, un trozo de hielo que una cuerda había serrado, se desprende…

¡!Hielo!!  Era tarde…  Había golpeado la cabeza de mi compañero…  Se queja…  Le conozco bien y es la primera vez que le oigo quejarse.

Por unos instantes pensé que estábamos hundidos…  Que nada había merecido la pena…  Que ya no saldríamos de allí.

Pero había que reaccionar rápido…  Aunque habíamos estado reaccionando todos los segundos del día…  Me acerco a El…  Pongo mi mano en su cabeza…

Toco un agujero bajo el gorro y la saco con sangre…  “”Tranquilo, no te preocupes que no es nada”” … Le pongo mi gorro de Alpaca que le está más ajustado…

La noche parece más oscura ahora…   Pepe, había oído todo desde arriba, es médico en el hospital de Oviedo, ya está rapelando hacia nosotros…

Le examina y “”No es nada grave”” “”Por esta bobada te quejas?””.. Pienso que se lo está diciendo para animarle pero, la verdad es que a mi también me anima…

“”Hay que preparar un Vivac aquí mismo”” .   Empezamos a picar el hielo para hacer una especie de “silla” donde nos podamos sentar los tres…

Al coger el saco de la mochila, caen al vacío varias cosas, entre ellas una colchoneta, un gorro y el martillo de mi compañero.

Tengo un constante cuidado porque no ocurra, lo mismo con los crampones pues, alguno se había soltado.. Hay algunas cosas que si se caen no la contamos.

Así que,  mucha calma.

Vivac a 6.000 m.

Rompemos la boca de nuestra tienda Túnel y metemos los sacos…  Aseguramos las mochilas colgadas… Finalmente los tres con nuestros sacos, sentados y enfundados por la tienda, empezamos a quitar el frío…  Lo que no pudimos quitar fue la sed pues, la rejilla de nuestra mini cocina se perdió y las demás estaban arriba…

El agua de nuestras cantimploras era un bloque de hielo…

Aunque bien asegurados en corto, aquella noche no podíamos dormir…  Fuimos espectadores en primera fila y a 6.000m. de,  constantes descargas de luz que salían del horizonte iluminando la parte superior de las nubes y los picos que sobresalían de ellas.

Cumbre

La mayor alegría del 10 de Julio fue, cuando por la mañana Fito dijo que se encontraba bastante bien…  Comenzamos la lenta maniobra de prepararnos en la misma pared…

Ascendemos el muro final y sobre las doce del mediodía nos presentamos en el Plató junto a la tienda de nuestros compañeros…  Ellos ya subían hacia la Cumbre.

Descansamos un rato y decidimos hacer el asalto a la cumbre con poco peso para bajar nuevamente a dormir allí.

Cuando habíamos caminado unos cien metros y solo faltaban unas pocas horas para hacer cumbre, Fito dice que se queda y nos espera en el campamento ya que se encuentra muy cansado…  Al quedarse atrás, nadie vio como unas lágrimas llenaban mis ojos…  No estaba triste porque mi mejor amigo no hiciera cumbre pues, él y nosotros sabíamos que la cumbre pisada o no era ya de todos…  Era un sentimiento de agradecimiento y admiración…  Agradecimiento porque, gracias a él, estábamos apunto de conseguir el Éxito…

El, llevaba colaborando tres años por todo y había sido el único que estuvo constantemente arriba sin bajar al C.Base…  Y de admiración por su responsabilidad ya que, le preocupaba la herida de la noche anterior y no quería correr el riesgo de perjudicarnos a nosotros…  Desde estas líneas déjame darte la enhorabuena por tu éxito que, posiblemente haya sido el mayor de todos…

Tres o cuatro horas después, Pepe y yo nos juntábamos con el resto en la Cumbre del Salcantay (6.270m. en el altímetro).

Regreso

El día once de Julio de 1978 conseguimos bajar todos hasta el C.Base con una fuerte nevada que nos retrasó…  Llegando entrada la noche…  Esto no fue impedimento para festejarlo con unas naranjas y unas patatas con tomate que nos preparó Sebastián, nuestro joven indio cuartelero a quién regale mi reloj festina…

Los muleros que llevaban un día esperando, nos felicitaron…

 

La expedición consiguió el Salcantay 7 días después de la expedición Donostiarra y además uno de sus componentes culminaba por fin la tristemente famosa Arista N.E. El bilbaino Juan Mari del Hoyo dedica su Arista,  a la memoria de Fritz Kasparrek, conquistador de la cara Norte del Eiger que desapareció escalando ésta Vía unos años antes.

Además de escribir este relato, Juan Mari del Hoyo, filmó esta expedición con su cámara super-8, disponible actualmente en DVD.

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