Río de Janeiro, Manaos, Salvador de Bahía: tres destinos para conocer la esencia de Brasil

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Brasil: sus playas, su carnaval… Sólo oír el nombre de este país, segundo destino turístico de América Latina después de Argentina, despierta en nosotros deliciosas sensaciones nacidas de una combinación perfecto de sol, música y colores.

Copacabana, el Pan de Azúcar, el Cristo Redentor… No podemos negar que son tres grandes símbolos del turismo en Brasil pero ese gigante del hemisferio sur es polifacético: playas soleadas y Amazona salvaje, centros históricos y megalópolis modernas.

Conocer Brasil es adentrarse en sus territorios, descubrir su naturaleza profunda. Hoy os invitamos a visitar tres de sus míticas ciudades: Río De Janeiro, Salvador de Bahía y Manaos.

Río de Janeiro - Foto: rentanapartmentinrio.com

Río de Janeiro – Foto: rentanapartmentinrio.com

Río de Janeiro: desde Tijuca hasta el Puente Río – Niterói

Nuestro viaje empieza en una megalópolis que difícilmente no podríamos asociar al turismo brasileño: Río de Janeiro. Para los que quieran evadirse de la efervescencia de las playas, el Parque Nacional de Tijuca es un lugar de visita imprescindible.

En este jardín de 3.300 hectáreas, podréis relajaros entre senderos, grutas y cascadas pero también disfrutar de una vista panorámica de la ciudad desde el Cerro del Corcovado, donde está ubicado el famosísimo Cristo Redentor.

Pero el Parque Natural de Tijuca no sólo tiene una vocación de ocio. Desempeña un papel de vital importancia para la ciudad y sus habitantes ya que evita la erosión de las laderas, previene las inundaciones y reduce la contaminación atmosférica.

Con sus 6,1 millones de habitantes intramuros (los Cariocas) y más del doble en lo que se refiere al área urbana en su conjunto, Río de Janeiro es una ciudad enorme que requiere de infraestructuras funcionales. Es precisamente una de esas obras arquitectónica que os proponemos visitar ahora.

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Puente Río – Niterói – Foto: wikimedia.org

El puente Río – Niterói, con sus 13 kilómetros de extensión es el puente más largo de América Latina y el séptimos más extenso del Mundo. El proyecto inicial se ideó en 1875 con el objetivo de evitar los 100 kilómetros de carretera que separan Río de la localidad de Niterói.

Salvador de Bahía, una incursión en el pasado

Nuestra segunda etapa nos conduce a más de 1.600 kilómetros al norte de Río de Janeiro. Salvador de Bahía, al igual que la ciudad carioca, también fue capital de Brasil pero en su época colonial.

De este pasado, Salvador ha conservado elementos arquitectónicos de la tradición barroca portuguesa. Ésos se pueden contemplar en el barrio de Pelourinho, declarado Patrimonio Histórico por la UNESCO.

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Pelourinho, Salvador de Bahía – Foto: bahia-salvador.com

Pelourinho se encuentra en la parte alta de la ciudad, fundada por Tomé de Sousa, primer Gobernador General de Brasil, en 1549. Para acceder a este barrio, os recomendamos acercaros al Elevador Lacerdo, un ascensor público de 72 metros de altura.

Si bien esa construcción es uno de los principales símbolos y puntos turísticos de Salvador de Bahía, es otra construcción humana representativa del pasado que os queremos presentar ahora. El Faro de la Barra, también llamado de Santo Antonio, nos recuerda que en el Siglo XIX el puerto era uno de los más importantes del continente. Aquí se cargaba maderas preciosas, azúcar, algodón y tabaco destinados al mercado europeo.

Manaos, las puertas del Amazonas

Nuestra tercera y última parada nos conduce a las puertas del Amazonas, en Manaos. ¿Sabíais que ese municipio conoció un boom económico sin precedente en el Siglo XIX gracias a la producción de caucho?

Es precisamente en esa época cuando se apostó por hacer de la ciudad un polo cultural de importancia a nivel nacional. Para lograr ese objetivo, se construyó, por ejemplo, el Teatro Amazonas, un colorido edificio que vio la luz en 1896.

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Teatro Amazonas, Manaos – Foto: 1.bp.blogspot.com

Pero en Manaos, la naturaleza nunca está muy lejos y hasta en el mismo teatro podremos encontrar rastros de ella. Si nos fijamos bien en el telón, descubriremos como simboliza el “encuentro de las aguas”, un fenómeno natural muy conocido en la región.

El “encuentro de las aguas” nace de la confluencia del Río Negro y del Amazonas. Sus aguas, de color claramente diferentes, recorren sin mezclarse una distancia de 6 kilómetros: un espectáculo que nos os podréis perder cuando vayáis a Brasil.

Entre naturaleza y urbanismo, modernidad y tradición, playas y selva, Brasil es un destino turístico que tiene mucho que ofrecer. Río de Janeiro será una etapa ideal para empezar vuestro viaje. Pero si queréis conocer el alma de Brasil, os recomendamos optar por una ruta que os guiará a través de todo el gigante brasileño. ¿Nos acompañáis?

Ruta todo Brasil

13 días – 1.727 euros
ía 1º: Llegada a Rio de Janeiro
Día 2º: Rio de Janeiro
Día 3º: Rio de Janeiro
Día 4º: Rio de Janeiro – Manaos
Día 5º: Manaos – Expedición Amazonas
Día 6º: Expedición Amazonas
Día 7º: Expedición Amazonas – Manaos
Día 8º: Manaos – Sao Luis de Maranhao
Día 9º: São Luis de Maranhao – Parque dos Lençois Maranhenses
Día 10º: Lençois Maranhenses – Sao Luis de Maranhao
Día 11º: São Luis de Maranhao – Salvador
Día 12º: Salvador
Día 13º: Salvador – Traslado al aeropuerto

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